Una semana de margen. Eso es lo que el juez instructor del Tribunal Supremo ha concedido a las defensas de los miembros soberanistas de la Mesa del Parlamento para que preparen sus declaraciones. Será el 9 de noviembre, una fecha icónica en Catalunya y también en Madrid. Será el tercer aniversario de la consulta independentista de 2014 que comportó la inhabiltació de Mas, Ortega, Rigau y Homs y, además, es el día de la patrona de Madrid, Almudena.
A pesar de ser festivo en la capital, el TS ha concedido estos siete días para cuidarse en salud. El poco margen de 48 horas entre la citación del martes y la declaración prevista hoy podía atentar contra el derecho a la defensa y el propio tribunal ha tenido que rectificar, a petición de los abogados. Así será el 9-N a partir de las 9:30 de la mañana cuando declaren los seis imputados y el juez Pablo Llarena decidirá su futuro penal.
A petición del ministerio fiscal, el juez ha decidido imponer a los imputados vigilancia policial para tenerlos permanentemente localizables. No implica que agentes de la policía los acompañen |a todas partes sino tener que estar siempre localizables en el teléfono móvil y en sus domicilios. Carme Forcadell se ha marchado de la sede del TS como ha llegado, con el coche oficial y sin declarar. Conserva su cargo de presidenta del Parlamento y ostenta la segunda autoridad de Catalunya. Los otros cinco miembros soberanistas imputados, Corominas, Barrufet y Guinó, del PDeCat, Anna Simó de ERC y Joan Josep Nuet de CSQP se han marchado en taxi sin hacer declaraciones.
Fuera les daban apoyo diputados y senadores de ERC, PDeCat, CUP y Podemos que llamaban 'libertad'. El callejón lateral de acceso al Alto Tribunal estaba tomado por la Policía Nacional desde primera hora. Pocos madrileños se han acercado. Se ha sentido alguno tímido "Viva España" en la entrada y alguno "A la cárcel" en la salida. Los independentistas lo han amortiguado con gritos de "No estáis solos". El ambiente era tenso pero sin incidentes. El diputado de ERC. Gabriel Rufián se ha puesto una camiseta con la cara de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart y ha afirmado que "Puigdemont se tuvo que despedir de sus hijos por la amenaza de un fiscal reprobado y una jueza condecorada por la Guardia Civil".
Xavier Doménech ha dado un paso más allá proponiendo que "los partido democráticos que se presenten a las elecciones del 21-D tendrían que llevar la amnistía a su programa electoral". Su partido no es independentista pero entre los imputados hay uno no independentista: Joan Josep Nuet de CSQP, aunque votó "no" a la independencia la Fiscalía la acusan por haber admitido a trámite la votación.
La más emocionada entre los imputados era Anna Simó de ERC, que agradecía todo el apoyo. Todos ellos ya tienen experiencia a declarar como imputados: Corominas, Nuet, Simó, Barrufet y Forcadell llevan meses amenazados por la Fiscalía en las querellas que hasta ahora instruía el TSJC y que ahora probablemente pasarán a unificarse en el TS.
El abogado de los miembros del PDeCat de la Mesa, Xavier Melero, ha sorprendido afirmando que la estrategia de Carles Puigdemont de permanecer en Bruselas "perjudica al resto de co-imputados".
Un argumento jurídico irrefutable: si uno de los co-imputados no comparece personalmente en los tribunales, el juez puede apreciar riesgo de fuga del resto y dictarlos medidas cautelares severas, como la prisión provisional.