El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado durante un discurso en la Casa Blanca que "en caso de que no podamos llegar a una solución con Irán, el acuerdo se cancelará". "Trabajaremos con el congreso y con nuestros aliados para afrontar los muchos defectos graves del acuerdo", añadió.
En concreto, Trump quiere corregir las "débiles inspecciones" que, a su juicio, contempla el acuerdo. Hacer frente al "programa de misiles balísticos" de Teherán y eliminar las "fechas de caducidad" de las restricciones impuestas sobre el programa nuclear iraní, que en algunos casos expiran después de entre 10 y 25 años. ¿"Cuál es el propósito de un acuerdo que sólo comprende la capacidad nuclear (de Irán) durante un periodo corto de tiempo? Eso, como presidente de Estados Unidos, es inaceptable", afirmó.
Trump advirtió que abandonará el pacto si no hay modificaciones en el acuerdo de forma unilateral, por parte del Congreso norteamericano, o multilateral, en negociaciones al lado de las otras partes del acuerdo (Francia, Reino Unido, Alemania, China, Rusia e Irán).
"No seguiremos por un camino cuya conclusión predictible es más violencia, más terror y la amenaza muy real de un brote nuclear en Irán," subrayó, en referencia al marco establecido por el acuerdo firmado en 2015 y acusó en el Irán de "no estar cumpliendo el espíritu del acuerdo".
"Se suponía que el acuerdo iba a contribuir a la paz y seguridad regional e internacional, pero el régimen iraní sigue alimentando" la inestabilidad en la región, añadió Trump.
Después de la firma del acuerdo nuclear con Irán, el Congreso aprobó una ley, conocida por sus siglas en inglés INARA, que exige al presidente certificar cada 90 días si el arreglo favorece en los Estados Unidos.
Esta es la certificación que Trump eliminó este viernes, y su Gobierno quiere que el Congreso enmiende la citada ley para marcar ciertas "líneas rojas" que, si Teherán las cruza, supondrían la imposición automática de sanciones, explicó el secretario de Estado, Rex Tillerson
Por último, Trump aseguró que su Gobierno hará todo el posible para "afrontar las acciones hostiles" del "régimen fanático" iraní, que es "el principal patrocinador del terrorismo" al mundo y "ha extendido la muerte, la destrucción y el caos" por todo el planeta.