El gobierno de Donald Trump ha hecho público un informe de 400 páginas que incluye la protección del cine en lenguas cooficiales como el catalán, el vasco y el gallego como una "barrera" para el comercio. El documento, que señala España como uno de los países de la Unión Europea con regulaciones que dificultan el libre intercambio, pretende argumentar las regulaciones impuestas por el gobierno americano.

El informe, publicado por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos y titulado "Barreras para el Comercio Exterior", critica que la normativa española exija que "por cada tres días de exhibición de una película procedente de fuera de la Unión Europea, se tenga que proyectar otra producida dentro de la UE". Además, alega que esta proporción aumenta de tres a cuatro días si el cine incluye una película en una lengua oficial de España diferente del castellano, como el catalán, el vasco o el gallego. El documento también critica las limitaciones impuestas por España en la propiedad no europea de las licencias audiovisuales. Según el informe, una empresa de fuera de la UE no puede ser propietaria de más del 25% de una empresa con licencia de televisión digital terrestre. Además, la suma total de propiedad extranjera no europea no puede superar el 50% del capital agregado.

Con respecto a las plataformas digitales, el texto denuncia que estén obligadas a contar con un catálogo donde al menos el 30% sea producción europea. De este porcentaje, la mitad tiene que estar en una lengua oficial de España. Además, las empresas audiovisuales con una facturación superior a los 50 millones de euros tienen que invertir un 5% de sus ingresos en la producción de obras europeas o españolas. De esta inversión, un 40% tiene que destinarse a productores independientes que trabajen en cualquier lengua oficial de España. Este conjunto de regulaciones son parte del que impiden, según la administración americana, que trabajadores y empresas de los Estados Unidos saquen el máximo rédito del comercio con la Unión Europea.

Otros agravios

El informe no carga específicamente contra España, sino contra la regulación general de la Unión Europea. Según EE.UU., los productos y servicios norteamericanos se enfrentan a "barreras persistentes" en el acceso americano al mercado europeo, hecho que impide y limita las posibilidades de la industria americana de "beneficiarse del comercio transatlántico". El documento critica la complejidad de los procesos legales dentro de la UE, especialmente en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), donde las disputas comerciales "pueden alargarse durante años y ofrecer soluciones insuficientes". También lamenta la falta de una administración uniforme en materia aduanera dentro de la UE.

Otra crítica significativa está dirigida a los subsidios en Airbus que varios países europeos (incluido España) ofrecen. Según el informe, Francia, Alemania, España y Bélgica han proporcionado ayudas para el desarrollo, producción y marketing de los grandes aviones comerciales de Airbus durante muchos años. Con respecto al sector farmacéutico, los EE.UU. expresan preocupaciones sobre las medidas españolas por contener el coste de los medicamentos. El informe denuncia una "falta de claridad" en los criterios de reembolso y retrasos sustanciales en este proceso. También critica el acceso desigual a los medicamentos entre las diferentes comunidades autónomas y la falta de transparencia en los criterios del Gobierno para la adquisición de vacunas.