Tsunami Democràtic vuelve a ser noticia después de que el juez de la Audiencia Nacional haya acordado investigar al president Carles Puigdemont e imputar a la secretaria general de ERC, Marta Rovira. Este movimiento ciudadano apareció en el 2019, justo después de que el Tribunal Supremo hiciera pública la sentencia sobre el referéndum del 1-O. Sin portavoces visibles y desvinculada de los partidos políticos, la plataforma utilizó las redes sociales para movilizar centenares de miles de personas con el objetivo de hacer un llamamiento a la comunidad internacional, despertando una gran incógnita sobre quien se encontraba detrás. Durante casi tres meses, Tsunami Democràtic movió la masa social catalana para denunciar la vulneración de derechos a Catalunya, con varias protestas por todo el país. Algunas de ellas fueron masivas, como la convocada en el aeropuerto. Así fueron las movilizaciones más masivas de Tsunami Democràtic.
🔴 Negociaciones para la investidura de Sánchez, DIRECTO | Reacciones por el caso Tsunami Democràtic
Tsunami Democràtic: la movilización en el aeropuerto
La primera gran acción de Tsunami Democràtic fue detener la actividad del aeropuerto del Prat el 14 de octubre de 2019. A través de Telegram, hicieron un llamamiento masivo a concentrarse en el aeropuerto, que rápidamente fue custodiado por la policía. Para acceder al interior, la plataforma ciudadana difundió billetes de aviones que los manifestantes pudieron utilizar. Así, miles de personas de toda Catalunya siguieron el llamamiento y se desplazaron hasta el Prat para bloquear el acceso a la infraestructura, cortando las carreteras y concentrándose en las puertas. "TTothom a l'aeroport", fue el lema de esta movilización, que acabó con cargas de los Mossos d'Esquadra y el lanzamiento de pelotas de foam y humo contra los manifestantes.
El objetivo de esta protesta era "hacer sentir a todo el mundo" el rechazo a la sentencia del procés y la "vulneración de derechos que se da a Catalunya". Si bien fue un éxito, reuniendo decenas de miles de personas, Tsunami desconvocó la acción pocas horas después del inicio, defendiendo una movilización pacífica.
'Tothom a la Jonquera': la otra gran movilización de Tsunami Democràtic
Un mes después de la concentración en el aeropuerto, Tsunami Democràtic volvió a pasar a la acción. Esta vez lo hizo con una propuesta más ambiciosa: bloquear el paso de la Jonquera. Desde primera hora del 11 de noviembre de 2019 centenares de vehículos fueron hasta la frontera con Francia para iniciar la protesta, que duró casi tres días. En esta ocasión, la plataforma utilizó su aplicación móvil para convocar la movilización bajo el lema 'Spain, sit and talk' para, de nuevo, hacer "un llamamiento a la comunidad internacional". "Hoy empezamos una nueva forma de protesta, utilizando la tecnología para defender los derechos y libertades colectivas, en lugar de la represión y el control. Con este nuevo paradigma, los vehículos son los protagonistas de la acción y, por eso, hay que ser masivos", anunció Tsunami Democràtic.
La movilización, que se celebró al día siguiente de las elecciones generales, cortó primero la AP-7 a su paso por Pertús, hasta que los manifestantes fueron desalojados. A continuación, se desplazaron hasta la N-II y la AP-7 en la Jonquera y el AP7 a la altura de Girona, momento que se dio por finalizada la acción.
El Clásico, el último escenario de Tsunami Democràtic
La última gran movilización de Tsunami Democràtic fue por el Clásico en el Camp Nou, cuando decenas de aficionados lanzaron pelotas inflables amarillas al césped del estadio en el minuto 10 de la segunda parte del partido Barça-Madrid, mientras se gritaban cánticos a favor de la independencia y la libertad de los presos políticos. A fuera del estadio, también se generaron disturbios, con cargas policiales, que se alargaron toda la noche. Esta acción ocupó las portadas de los medios días antes, con miedo de que la plataforma ciudadana boicoteara el partido. De hecho, recientemente el exjefe de seguridad del Barça Lluís Miquel Venteo explicó en El món a RAC1 que consiguieron parar una mayor movilización por el Clásico, desplegando un gran dispositivo policial para que el partido se pudiera disputar sin incidentes.