Los cinco principales candidatos a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias (Junts per Catalunya); Ernest Maragall (ERC); Jaume Collboni (PSC); Ada Colau (Barcelona en Comú) y Daniel Sirera (PP), se han visto las caras este lunes en el primer debate que les ha juntado a todos encima de un escenario en la sala Moragues del Mercat del Born, invitados por PIMEC, en un encuentro de alto contenido económico en que el turismo, la ampliación del aeropuerto del Prat y las políticas de pactos postelectorales han sido los puntos de más confrontación de modelos, acusaciones y reproches mutuos por su gestión y por las proyecciones de las políticas de futuro según quien sea el próximo alcalde después de las elecciones municipales del 28 de mayo.

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A diferencia del encuentro que tuvo lugar hace dos viernes convocada por Motoristes per Barcelona, que no estaba planteado como un debate, donde Colau y Maragall no participaron y el resto de candidatos demostraron cierta sintonía al defender las demandas del sector de la motocicleta, este lunes, a pesar de mantener la cordialidad y la compostura, se han podido confrontar modelos económicos bastante diferenciados y a menudo enfrentados. Y el mismo formato del debate ha facilitado la comparación de políticas, pasadas, presentes y futuras en lo que se ha convertido en la primera ocasión para ver la manera como cada uno de los candidatos enfocará la campaña electoral.

Foto de los alcaldables con el presidente de PIMEC, Antoni Cañete / Foto: Carlos Baglietto

Como el anfitrión ha sido la patronal que representa a las pequeñas y medianas empresas, el contenido ha tenido que ser necesariamente económico, pero desde esta vertiente se ha podido hablar del modelo de ciudad en un sentido más amplio. En este sentido, Antoni Cañete, presidente de PIMEC, los ha invitado a reflexionar sobre el modelo económico de la ciudad a partir de un ruego, "gobernad con los pequeños para poder hacernos grandes". Ha moderado el debate la periodista Cristina Riba, que ha gestionado un riguroso orden de tiempo e intervenciones que no ha evitado, con todo, que el acto se alargara por más de dos horas.

Turismo: entre la barra libre y la turismofobia

La gestión del turismo ha sido de los primeros aspectos que se han debatido y uno de los más espinosos, tanto por el hecho de que es un problema que interpela a todos los candidatos, como porque todos aplicarían recetas diferentes. La alcaldesa de Barcelona ha querido sacar pecho de su gestión al frente del gobierno municipal los últimos ocho años, señalando que bajo su mandato se han "cerrado miles de apartamentos turísticos ilegales" y ha defendido la necesidad de abordar la cuestión desde la colaboración público-privada, "pero con liderazgo público", mientras que Collboni ha defendido que con el PSC en el gobierno municipal, se había superado "la etapa de la barra libre y la de la turismofobia", en sendas alusiones a los alcaldes Trias y Colau.

Un momento del debate, con Daniel Sirera en primero plan / Foto: Carlos Baglietto

El cabeza de lista de Trias per Barcelona, por su parte, ha recordado que el turismo supone el "14% del PIB" y ha propuesto hacer campañas para impulsar el turismo familiar, cultural, de ferias y de negocios, dejando claro el tipo de turismo que no se quiere: "No queremos turismo de prostitución, droga y alcohol", ha afirmado. A su vez, el alcaldable de ERC ha apuntado que Barcelona "no es ni quiere ser una ciudad low-cost". Con respecto al candidato del PP, Sirera ha afirmado que "Barcelona será una ciudad turística o no será" y por eso ha anunciado un plan de choque para "acabar con la turismofobia fomentada por el gobierno de Colau y Collboni".

Aeropuerto: Reproches a Lucena

Con respecto a la ampliación del aeropuerto del Prat, que de momento está frenada, Maragall se ha pronunciado a favor de un "aeropuerto coherente al servicio de la economía y el modelo productivo" sin aclarar si estaba a favor de ampliarlo según los planes de AENA sobre la zona protegida de la Ricarda. A su vez, Colau ha asegurado que defender la ampliación es "negacionismo climático". Trias, a su vez, ha cargado contra Maurici Lucena, presidente de AENA, porque "nos tendió una trampa", ya que sabía que la ampliación en los términos planteados por el gestor aeroportuario "nos crearía problemas a todos", y por eso ha reclamado que el Ayuntamiento de Barcelona tenga capacidad de decisión e "incidencia real de cómo se gestiona el aeropuerto".

Collboni, a quien han acusado de ser "doctor Jekill y míster Hyde" por hacer ver que no ha estado al gobierno municipal, ha defendido la ampliación y ha asegurado que si alcanza la alcaldía trabajará para conseguir que se amplíe: "Impulsaré un acuerdo institucional del conjunto de la sociedad civil para hacer el debate de por qué es necesario hacer la ampliación y como se tiene que hacer", ha señalado. Finalmente, Sirera ha propuesto la ampliación "moviendo la Ricarda", y ha apuntado que "si no hacemos la tercera pista, la harán en el aeropuerto de Madrid".

Nadie se moja con los pactos

Con respecto a las políticas de pactos, como es habitual, los candidatos han intentado averiguar las intenciones del contrario, pero, también para no perder la costumbre, no ha habido claridad. En el turno de preguntas cruzadas entre candidatos, Trias le ha preguntado a Collboni si lo votaría si el de Junts gana las elecciones, y el socialista ha dado respuesta de manual: "Espero ganar yo". Maragall también ha hecho una pregunta parecida a Sirera, en el sentido si el popular facilitaría la investidura de Trias, y la respuesta ha sido, "a quien no haré alcalde será a Ada Colau ni a usted, señor Maragall".

El debate ha tenido lugar en la sala Moragues del Mercat del Born / Foto: Carlos Baglietto

En el debate también ha habido espacio para hablar de otros temas, como la vivienda, la huida de talento joven, la movilidad, la problemática de las pequeñas y medianas empresas, la situación económica en general, la relación de Catalunya con España e incluso de la fiesta de Sant Jordi, donde todos los participantes se han felicitado por el éxito de este pasado domingo. Sin subidas de tono pero con participación activa, el debate se ha convertido en una previa de todo lo que todavía tiene que pasar de aquí al 28 de mayo, cuando sean finalmente los barceloneses los que escojan qué modelo de ciudad es el que quieren.