El día siguiente que Jordi Turull y Laura Borràs cerraran un preacuerdo por la secretaría general y la presidencia de Junts, el primero ha asegurado que se siente muy cómodo con este nuevo contexto, sabedor que el partido es un espacio con muchas sensibilidades diferentes que recogen las diferentes miradas sobre el procés independentista. Por eso, ha asegurado que cualquier decisión que se tome se hará de acuerdo con la presidenta del Parlament, que asumirá la presidencia del partido, ha recordado Turull, si los militantes así lo deciden en el congreso del mes de junio. Ayer, en la rueda de prensa para presentar este acuerdo, ya anunciaban que las responsabilidades serían compartidas y en la fotografía que los dos compartieron a sus respectivos perfiles en las redes enviaban un mensaje muy claro: "Junts i a totes". Esta mañana, en una entrevista en TV3, Turull ha querido insistir en este mismo mensaje de unidad, y ha adelantado que "no habrá discrepancias porque nos tendremos que poner de acuerdo". En este sentido, ha destacado que las conversaciones previas al entendimiento de los dos políticos, que hasta último minuto no presentaron la candidatura, "se habían concentrado más en la brújula que en la calculadora, en hacía donde tenemos que ir, cuáles tienen que ser nuestros objetivos", y que a él lo mueve más "ser útil que ser importante". Llegados aquí, considera el exconseller, "declinar las diferentes decisiones es mucho más sencillo". Con todo, ha remarcado que las decisiones operativas se tomarán desde la secretaría general, pero el resto se tendrán que hablar y decidir entre los dos", hecho que provocará que "no haya ninguna decisión importante en que la presidenta Borràs y yo no estamos de acuerdo".
En este sentido, ha destacado que los dos comparten una prioridad y una necesidad: alcanzar la independencia. "Si antes del 1 de octubre defendíamos la independencia porque teníamos un estado en contra del progreso de Catalunya, ahora no solamente tenemos los mismos argumentos que entonces, sino que estamos en una situación de emergencia democrática", ha dicho el próximo secretario general de Junts en sustitución de Jordi Sánchez en el contexto del CatalanGate. "Si acabo asumiendo la responsabilidad de secretario general, estas situaciones no se pueden dar. Tendremos que pensar en congelar las relaciones con un Gobierno que directamente te espía. No solamente a los miembros del Govern, sino, por ejemplo, en el entorno del presidente Puigdemont y de cualquier persona que puede estar al frente del movimiento independentista", ha reflexionado.
Fotografías y medidas cosméticas por el CatalanGate
Por todo ello, Turull ha considerado del todo insuficiente la destitución de la directora del CNI, Paz Esteban; un gesto que define como "cambiar un fusible" en toda la trama del espionaje. Por eso, ha insistido en las reclamaciones que ha hecho el partido desde que se conoció la situación, una comisión de investigación para que "se sepa todo". "Lo primero es eso, para poder tener toda la información necesaria. Ahora bien, si quieren empezar a cesar, perfecto," ha ironizado Turull sobre lo que Margarita Robles definió como la "sustitución" de Esteban y un posible cese de la misma ministra de Defensa, recordando que "a menos información, más rumorología". Y según Turull esta posible reunión entre el president Aragonès y Pedro Sánchez no es nada más que una foto y un gesto cosmético. "No podemos buscar a un cabeza de turco pequeño, esto es un movimiento tectónico que ha demostrado hasta qué punto están dispuestos a superar todos los derechos y libertades", que solo se arreglará, considera Turull, "conociendo toda la información". De momento, sin embargo, ha considerado el exconseller, desde el Estado solo se han dedicado a buscar la foto, como en el caso de la mesa de diálogo, que no se reúne desde septiembre.
Turull también se ha referido a dos de los grandes temas políticos del momento, el acuerdo para|por la ley de política lingüística, del cual Junts se descolgó después, y el pacto de Govern con ERC: Sobre la lengua, el próximo secretario general del partido ha defendido que su aprobación dependerá de si se blinda la inmersión y si se llega a un acuerdo con las entidades defensoras del catalán. Estamos ante una decisión política hecha por los tribunales y nos tenemos que saber proteger. Dentro del partido tenemos personas con ciencia y rigor y haremos una valoración con todos los informes jurídicos y los contactos con las entidades. La lengua es la base de la nación", ha reflexionado. En cambio, sobre el pacto con ERC, ha avanzado que de cara al congreso de junio esperan tener una auditoría sobre el grado de cumplimiento del acuerdo, a partir del cual la dirección hará una valoración que se someterá a la militancia, que ya lo avaló en un primer término, "con toda la información". Sobre este, que contempla la celebración de la mesa de diálogo, Turull ha asegurado que le interesa más el apartado que recoge la "preparación de un nuevo embate democrático" que la mesa de negociación con el Gobierno.