Al día siguiente de la mesa de diálogo, uno de los ausentes, el vicepresidente de Junts, Jordi Turull, reitera que la no asistencia de su partido se debe a "un veto del Gobierno" y asegura que está convencido de eso, en declaraciones a TV3. En paralelo, a pesar de la crisis de Govern que la foto final haya podido generar, Turull pide centrarse en el rival principal: "En vez de hurgar en casa, tengo muy claro quién es mi adversario. Nos tenemos que poner de acuerdo con el president". Y aunque no pueda asegurarlo con un "nunca" rotundo, recuerda a Esquerra que no irán a esta mesa si no se aceptan únicamente los nombres propuestos.
En este sentido, Turull ha querido recalcar que no se trata de una cuestión de nombres sino de lo que representan estos nombres. A modo de ejemplo, él como vicepresidente o el secretario general de Junts, Jordi Sànchez: "Si es bueno para encerrarse con él y llegar a un acuerdo de Govern, también lo es para estar en una mesa. Estoy convencido de que acabarán aceptando estos nombres". Por eso, descarta que la crisis interna degenere de forma voluntaria: "Este Govern tiene futuro hasta que el Tribunal Supremo se canse". Y de rebote, envía un mensaje a Pere Aragonès: "El president tendría que estar contento de que sus socios traigan a los de más alta responsabilidad".
Del contenido de la primera reunión, Turull no tiene constancia por parte de ningún miembro de Esquerra. Pero sí ha hecho valoraciones de lo que se ha dicho en rueda de prensa, sobre todo de las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: "Dicen: sin prisas, pero la represión va con mucha prisa, en este país. Al final puede pasar aquello de a buenas horas, mangas verdes". Y más concretamente de este: "Se ha dicho que Pedro Sánchez no se quiere hacer una foto con los presos. ¿Se piensa que a mí me hace ilusión hacerme una foto con Pedro Sánchez? Ninguna. Ir a la mesa de diálogo es asumir riesgos".
En clave de futuro, y reiterando que no va en contra de esta mesa, Turull admite que no está muy animado: "Imaginemos que se llega a un acuerdo. Entonces viene la justicia y te lo para". Y compara las maneras de aquí con las del País Vasco: "No nos engañemos, cuando se negocia desde el País Vasco, el PNV tiene alguna cosa que se lo respeta, no va a negociar sólo el lehendakari". ¿Y de lo que pueda pasar de ahora en adelante? Un gran interrogante. "Evidentemente esta mesa ahora es más pequeña, nos gustaría que estuviera todo el espacio del independentismo ".
Más allá de mesas y acuerdos, Turull se remite al mandato del 1 de octubre para cumplir el objetivo independentista: "La gente es nuestro gran activo, eso de los dos años ya no es una cosa de Junts, está el texto, pero también el contexto. Primero de todo tenemos que compactar, el 1 de octubre se alcanzó por cohesión, tenemos que culminarlo".