La relación entre la nueva presidenta de Junts, Laura Borràs, y el nuevo secretario general, Jordi Turull, parece que no es la más ideal; no se puede olvidar que su acuerdo de candidatura no se cerró hasta el último momento por desavenencias entre ellos dos. La militancia de Junts validó este sábado su candidatura conjunta y el resto de cargos pactados para la nueva ejecutiva. Con 1.854 votos, el exconseller obtuvo más apoyos que la presidenta del Parlament, que recibió 1.776 votos por parte de la militancia de Junts. Borràs y Turull pactaron repartirse el poder en la cúpula del partido en pie de igualdad.

 

Este martes por la mañana, el nuevo secretario general de Junts ha insistido en dejar claro en Catalunya Ràdio que su relación con la también presidenta del Parlament es buena. "No compitamos con Laura, yo no me esperaba ni más ni menos votos, los resultados son un empate, un éxito de una candidatura unitaria," ha indicado Turull. En la misma línea, ha dicho que sospecha que los comentarios sobre la mala relación con Borràs son fruto de la "literatura mediática" porque hay gente "que quiere una confrontación". Preguntado sobre el tuit de Aurora Madaula donde asegura que feu la vicepresidenta menos votada a causa de un castigo por no haber "cerrado la carpeta de la independencia", Turull ha quitado hierro al asunto y ha explicado que hoy ya le preguntará a quien hacía referencia ya que "todos los afiliados de Junts defienden la independencia".

Los diputados que no pasaron el corte

Este martes empieza a caminar la nueva dirección de Junts con una reunión donde se decidirá sobre los dos candidatos que, por poco, no pasan el corte impuesto por el reglamento del congreso para ser escogidos miembros de la ejecutiva, un 50% de los votos. Se trata de David Torrents y Ester Vallès, que podría ser que se incluyeran en la directiva mediante un acuerdo, aunque algunos sectores del partido piden que se respete lo que se votó el sábado en Argelers. Durante la entrevista de este martes por la mañana, Turull se ha negado a explicar qué pasará con estas dos personas y ha explicado que se decidirá hoy y que hasta entonces no lo puede hacer público "por respeto".

El acuerdo con ERC

El malestar también es evidente entre los dos socios de Govern, Junts y ERC, y, de hecho, algunas voces de Junts han indicado que pronto se revisaría el acuerdo y este lo podría validar la militancia del partido. Turull no ha utilizado las mismas palabras y ha preferido ser más cauteloso. El nuevo secretario general ha recordado que el acuerdo con los de ERC lo ratificó un 80% de la militancia de Junts y que, si hay cualquier alteración del pacto, antes se reformulará y preguntará a los afiliados. "No sé si el gobierno durará 4 años, eso lo decidirá el Tribunal Supremo como ya ha hecho en otras ocasiones con otros presidentes catalanes".

Sobre la continuidad de la mesa de diálogo con el Gobierno, Turull ha dejado claro que está "liquidada" y que ahora hay que pasar a la acción. Es por todo eso que el de Junts ha dicho que ahora es el momento de "dejar de dar vueltas a la rotonda y poner el intermitente para que la gente encuentre el sentido a volver a movilizarse". "Después de cinco años (del referéndum del 1 de octubre) tenemos que pasar a la acción y marcar una trazabilidad", ha manifestado el exconseller apuntando que esta trazabilidad sería una nueva hoja de ruta que pretendería aglutinar las fuerzas independentistas y las entidades. Finalmente, Jordi Turull ha querido enviar un mensaje positivo apuntando que desde el momento en que salió de la prisión gracias al indulto todavía no se ha encontrado nadie con que le haya dicho que ha dejado de ser independentista.