Confianza, unidad y evitar personalismos. Esta ha sido la fórmula que el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha recetado al consell nacional de su partido para superar la situación provocada por la decisión de abandonar el Govern de Pere Aragonès y la división interna que este debate ha provocado en el seno de la formación. Turull ha cargado contra los exsocios de ERC y ha emplazado a las bases del partido a no caer en el desánimo, consciente de que este primer consell nacional que el partido celebra después de la consulta del 6 y 7 de octubre condensará buena parte del malestar que la decisión de abandonar al ejecutivo provocó en una parte del partido.

El consell, que hoy se ha constituido después de haber completado la renovación de sus miembros tras el congreso del pasado mes de junio, se ha abierto con una ovación a los representantes de Junts en el Govern. Todos los consellers estaban presentes, también el independiente Josep Maria Argimon.

Confianza, unidad i evitar personalismos

El secretario general ha admitido en su intervención que el hecho de abandonar el Govern obligará a hacer mucho trabajo, que se han perdido muchos resortes, pero ha advertido que Junts lo puede conseguir si tiene tres elementos: "confianza en nosotros mismos y nos abstraigamos de los discursos mediáticos catastrofistas; si vamos todos a la una, y en tercer lugar si todo el mundo se mueve para ser más útil que importante, si nos mueve el servicio a la gente".

"¿No tenemos nada? Tenemos proyecto de país, talento, pericia, y desde hace unos días hemos ganado credibilidad, estamos por todas partes y tenemos determinación. Y eso nos tiene que llenar de confianza", ha asegurado ante de lo que ha descrito como una oleada mediática que se ha levantado contra Junts porque "molesta". "Tengamos confianza en nos mismos, en el país, ignoremos los miedos que nos quieren inocular", ha remachado.

 

El secretario general no ha rehuido la grieta interna que hizo evidente la consulta, que se saldó con un 55% de votos a favor de abandonar el Govern y un 42% a favor de continuar. Precisamente, ha empezando su intervención subrayando la "ejemplaridad democrática sin precedentes", que representó la consulta del 6 y 7 de octubre, pero sobre todo lo que ha pasado después, en referencia a la asunción del resultado que hicieron los contrarios a marchar del ejecutivo. "Todavía da más valor. No se trata sólo de votar sino de asumir el resultado", ha remachado.

El secretario general ha asegurado que, ante los que esperaban una ruptura del partido, ha pasado lo contrario, porque "todo el mundo ha votado y todo el mundo ha asumido el resultado". "Este consejo nacional no es el del 55% contra el 42% sino del 100% de la radicalidad democrática que nos ha llevado a dejar el gobierno de Catalunya", ha asegurado.

Y ahora, qué?

El secretario general ha dejado claro que con la marcha del Govern empieza una nueva etapa. Con todo ha empezado reiterando los reproches contra los exsocios, ha denunciado que en vez de la coordinación estratégica se llegó a un punto en que desde el Govern se criticaban las movilizaciones como las de la Diada", o que se decidía "quién puede ir y quien no de Junts" a la mesa de diálogo. "No sólo no avanzamos en el Estado propio sino que por la vía de los incumplimientos se nos está debilitando como nación", ha denunciado asegurando que mientras el Estado opta por el debilitamiento de la nación, ERC "está acuñando la estrategia de allí contra aquí".

Ha insistido en que Junts es "un partido con vocación de gobierno, pero de gobernar una nación, no de administrar un territorio", y que se encontró en ERC a unos "socios de gobierno desconocidos por sus servidumbres, que prefieren estabilizar España y el gobierno de España aunque sea a costa del Govern independentista". "¿Quiénes se han pensado que somos? ¿Por quién nos han tomado? ¿Se piensan que por cuatro despachos y cuatro coches oficial renunciaremos al alma y el espíritu de JxCat? ¿Se piensan eso?", ha interrogado Turull en medio de los aplausos de los asistentes.

Acto seguido él mismo se ha plantea la cuestión con que los miembros del consell nacional se han plantado en Vic: ¿Y ahora, qué? Turull ha asegurado que se abre una situación inédita, con el Govern con sólo 33 diputados en el Parlament, como se ha hecho evidente esta semana, y que los próximos meses serán muy trascendentes porque habrá si no tres, dos elecciones, en referencia a las municipales, las elecciones españolas y unas posibles elecciones en el Parlament.

"Govern del dejémoslo estar"

Por eso, una buena parte de su discurso se ha basado al marcar el territorio ante ERC. "El actual Govern por su orientación es el gobierno del dejémoslo correr, un Govern que lejos de responder a ampliar la base del independentismo se ha dedicado a ampliar la base del dejarlo correr", ha reprochado.

Frente a esto ha dibujado a Junts como un partido "sin servidumbres, sin hipotecas", que quiere ser referente y esperanza de aquella gente que no quiere contraponer agenda económica y social, a la reivindicación de la independencia, porque, según su opinión, "aquellos que optan por la resignación, el dejarlo estar en el tema nacional y la independencia, amplían esta actitud al resto de temas, desde el espolio fiscal a la agricultura". "Los retos del país son demasiado ingentes para esta actitud del dejarlo correr, puede ser devastadora", ha remachado.

Ha asegurado que Junts no hará una oposición de "pitufo gruñón", que serán proponentes, que impulsar mil temas y demostrarán y desmentirán aquellos que sólo está su alternativa para el estado propio, porque "ante la estrategia estar clavados en mesa vacía hay alternativa mesa llena de contenido para conseguir independencia".