La Universidad de Barcelona recurrirá la sentencia que anula la declaración de apoyo del claustro del centro a los presos políticos, según ha informado el rector Joan a Elias. Elias ha expresado a través de las redes sociales que respeta la sentencia pero no la comparte y añade que ha dado orden de presentar el recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
"Está en juego la autonomía universitaria, un valor fundamental para nosotros," afirma. Un juzgado contencioso-administrativo ha resuelto que la declaración vulnera la libertad ideológica, de expresión y de educación y que la universidad forma parte de la administración pública y, por lo tanto, tiene que ser neutral, ya que no es una "institución de representación política".
Ayer, la Universidad de Barcelona fue condenada por el manifiesto que publicó al saber la sentencia de los presos políticos del 1-O, en el cual se denunciaba "la deriva autoritaria" de los poderes del Estado, se re-reivindicaba la autodeterminación de Catalunya y se exigía la inmediata puesta en libertad de los presos. La jueza considera que esta declaración "vulnera el derecho a la educación, a la libertad de expresión y de libertad ideológica," por lo cual ha declarado nula esta resolución y ha condenado el campus a pagar las costas y a publicar la sentencia a su página web.
La plataforma Universitarios por la Convivencia denunció los hechos y el juzgado contencioso administrativo número 3 de Barcelona ahora lo ha condenado por "haber vulnerado la neutralidad ideológica" del centro. La Universidad de Lleida, la la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad Politécnica de Catalunya, la Universidad Rovira i Virgili, Universidad Pompeu Fabra y la Universidad de Girona también publicaron el manifiesto, pero en este casos no ha llegado en los tribunales.
Sobre el manifiesto
El manifiesto, que había sido aprobado en el claustro de la universidad, calificaba injusta a la sentencia del procés|proceso, exigía el sobreseimiento de todos los procesos en curso relacionados con la consulta soberanista y rechazaba la represión y la violencia policial del Estado.
La iniciativa partió del acuerdo de miembros de los colectivos de las diversas universidades catalanas de impulsar un claustro extraordinario en cada universidad cuando se hiciera pública la sentencia del juicio del Supremo, para leer una declaración conjunta contra la represión del Estado y someterla a votación. El manifiesto fue aprobado por todas las universidades publicas catalanas, por lo tanto, para los respectivos claustros, que son el máximo órgano de representación de la comunidad universitaria. Además, en todos los casos, los votos favorables superaron las tres cuartas partes del cuórum, es decir, han sido aprobados por amplias mayorías.