Una última oportunidad. El Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea, el escenario en el cual se debate la oficialidad del catalán, ha celebrado este martes por la mañana una nueva reunión. Desde Catalunya, todas las miradas se han puesto en los posibles avances en la cuestión lingüística. Pero no los ha habido. En el orden del día, no se preveía ninguna referencia a debatir la oficialidad del catalán, y se han cumplido las expectativas porque este punto no ha hecho acto de presencia. La reunión de este martes ha sido la penúltima antes de que se agote la presidencia belga de la UE: el próximo martes, 25 de junio, ya se celebrará el último encuentro del Consejo de Asuntos Generales antes de que Hungría llegue a la presidencia durante los próximos seis meses.

Se trata del primer encuentro de este órgano después de las elecciones europeas del 9 de julio, pero el hecho de superar este obstáculo no ha permitido constatar novedades. En la última reunión, celebrada el 21 de mayo pasado, tampoco se puso la cuestión del catalán en la agenda. El representante para la UE del Gobierno, Fernando Sampedro, rechazó fijar "plazos" para conseguir la oficialidad del catalán, añadiendo que se sentía "muy optimista" para poder conseguir los apoyos necesarios de los países.

Ahora bien, a pesar de aquellas palabras positivas, hoy tampoco se ha conseguido ningún avance. El encuentro de hoy se ha centrado en temas de cohesión, según han informado en ElNacional.cat fuentes del Consejo de la Unión Europea, con la atención fijada sobre la reunión de este órgano prevista para el 27 y 28 de junio. Será el próximo martes cuando tenga lugar el encuentro "ordinario" del Consejo de Asuntos Generales del mes de junio. Esta será ya la última oportunidad que tendrá el Gobierno para situar la cuestión de la oficialidad del catalán en la agenda europea antes del cambio de presidencia.

Seis meses perdidos bajo presidencia belga

El relevo del testigo preocupa a los activistas por la lengua que quieren hacer efectiva la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego. Cuando la presidencia del Consejo de la Unión Europea pasó de España a Bélgica, hubo un cierto optimismo porque el embajador belga en España, Geert Cockx, aseguró desde Barcelona que su país tenía la voluntad de sacar adelante la promoción de la diversidad lingüística europea en este sentido. Ahora bien, en aquel momento también destacó que la UE tenía que aclarar "las consecuencias financieras y jurídicas" de dar este paso, y había subrayado la necesidad de tener "los informes pendientes".

Seis meses después, sin embargo, el Gobierno no ha dado respuesta a las demandas de los países que habían hecho públicas sus reticencias a oficializar el catalán. En las reuniones celebradas durante el primer semestre de 2024, este punto ha estado ausente, o bien se ha presentado brevemente sin llegar a votarse. El máximo paso dado por el Gobierno fue presentar un memorándum para argumentar que hacer oficial al catalán, el vasco y el gallego servía para respetar la "identidad nacional" española, así como prometer que asumiría el coste y que no provocaría el efecto dominó en otras lenguas europeas.