Decenas de afiliados de la UGT han mostrado su voluntad de abandonar del sindicato en las últimas semanas, si bien desde el sindicato se los ha llamado y en la "mayoría" de casos la situación se ha acabado "reconduciendo" y "no se han dado de baja". En una entrevista en el ACN, el secretario general de la UGT, Camil Ros, no ha querido poner cifras pero ha dicho que son "menos" de un centenar, en una organización de 100.000 afiliados, así que las bajas son poco "significativas", argumenta. Las peticiones para abandonar al sindicato han sido de los dos "extremos", tanto de independentistas como de unionistas, y han sido "por haber ido a actos" y manifestaciones y por algunos "comunicados" de UGT. Ros hace un llamamiento a mantener la "cohesión" y argumenta que eso ha pasado a "todas las organizaciones plurales" y que todo lo que ha hecho el sindicato ha sido en el marco de un "espacio central" y "en defensa de los derechos y las libertades".
El secretario general de la UGT ha relatado que, cada vez que el sindicato recibe un aviso de baja, llaman a la persona. "Cuando explicas por qué hemos ido haciendo las cosas y la posición de UGT con el derecho a decidir y la defensa de los derechos y libertades, que viene de lejos, la mayoría lo entiende, aunque siempre hay gente que no está de acuerdo," ha afirmado.
Preguntado sobre si hay más gente de un determinado tipo de opinión que del otro, Ros afirma que está "mucho equilibrado", ya que "es una cuestión de extremos, de extremos de los extremos." "Son posiciones mucho de las puntas, el espacio central muy amplio de la UGT sigue siendo lo mismo", ha asegurado.
El líder sindical ha hecho un llamamiento a mantener la "cohesión" de entidades "plurales" como la UGT. Muestra de esta pluralidad es que a la mayoría de listas electorales del 21-D habrá afiliados al sindicato, ha asegurado. "Por desgracia, muchos partidos ya han tenido problemas por sus posiciones políticas y se han hecho más pequeños en el espectro de representación. Yo creo que organizaciones sociales cívicas y culturales no tenemos que entrar en este camino porque al final la gente tiene que escoger sindicato por su fuerza sindical para solucionar los problemas de los trabajadores y no por la ideología política. Aunque obviamente tenemos política, sindicato de clase, pero no política partidaria," ha dicho.
"Respeto" a los silbidos recibidos el 8-N
Camil Ros ha mostrado "respeto" por los que lo silbaron durante su intervención en el acto organizado el 8-N en la plaza de la Catedral para pedir la "liberación de los presos políticos". "Sóm un sindicato abierto, plural, que mujer la cara y no se esconde", ha remachado. Ros ha afirmado tener la "conciencia muy tranquila" por su posición y ha revelado que también recibió muestras de apoyo. La UGT no hizo un llamamiento a seguir la huelga general convocado por la Intersindical-CSC para el 8 de noviembre porque "no hubo consenso" en el seno del sindicato, cerca precisamente de su "pluralidad", ha afirmado Ros.
Relación "buena" con la UGT en España
Ros ha manifestado que la relación con la UGT en España es "buena" y que las decisiones en Catalunya se siguen tomando de manera "autónoma" con "máxima coordinación con Madrid". "Tenemos que seguir encontrando el equilibrio", ha añadido. De hecho, Ros ha expresado que la UGT, con Josep Maria Álvarez al frente, "ha intentado tender puentes" para el diálogo.
Ros ha puesto de manifiesto que al sindicato hay preocupación por el "retroceso democrático" que también se ve en la situación en Catalunya. "En la UGT tenemos 300 encausados por anteriores huelgas generales, ya sabemos que es que un fiscal te acuse injustificadamente (...) Ya sabemos qué es el recorte de libertades y actuaciones de la fiscalía contra tus planteamientos políticos."