El secretario general de la UGT en Catalunya, Camil Ros, ha celebrado la decisión del juez de vigilancia penitenciaria de rechazar el recurso de Fiscalia y avalar la aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario a la exconsellera Dolors Bassa: "Creo que es un paso", ha sostenido.
En una atención a los medios en el puerto de Badalona, donde se ha trasladado para reunirse con el fundador y director de la ONG Opern Arms, Òscar Camps, Ros ha subrayado que la flexibilización del régimen penitenciario de Bassa, que le permite salir tres días a la semana para cuidar a su madre, está "totalmente justificada".
"Está dentro del ordenamiento jurídico y creo que es un paso", ha subrayado el líder catalán de UGT, sindicato a que pertenece la exconsellera de Treball y que se encuentra ya preparando el texto de la petición de indulto.
Ros ha insistido en que en la organización están "muy contentos" porque Bassa se lo merece y salir a cuidar de su madre "le da esperanza".
"Ella está mentalmente muy fuerte, muy lúcida, serena y con muchas ganas de seguir respetando", ha señalado antes de recordar que el 100.2 que le concedió la prisión de Puig de les Basses donde cumple condena por el procés, en Figueres, únicamente le permite hacerse cargo de su madre.
"No puede hacer nada más. Entre ir a cuidar a su madre y volver no puede ir a comprar ni nada, es estrictamente el trabajo de cuidado de la madre", ha enfatizado.
El titular de juzgado de vigilancia penitenciaria número 1 de Catalunya ha aprobado la aplicación del 100.2 a Bassa argumentando su "personal convencimiento" por la vía de la negociación, que octubre del 2017 era más favorable a las elecciones anticipadas que a la DUI y su voluntad de no volver al entorno político.