¿Es un déjà-vu? Pues no, el titular que dice que en 'x' país de Europa ha ganado, por primera vez, la ultraderecha, se está convirtiendo en habitual. El recuento de votos de las elecciones en Austria ha confirmado la victoria de la ultraderecha, encabezada por el partido de la Libertad de Austria (FPÖ) de Herbert Kickl, con el 28,8% de los votos, 12,6 puntos más que en los últimos comicios (2019), con el 99,4% de los votos escrutados. En segundo lugar, los conservadores ÖVP, actualmente en el gobierno, encabezados por el canciller Karl Nehammer, han obtenido el 26,3% de los sufragios, 11,2 puntos menos que en las anteriores elecciones. Los conservadores ÖVP ya dejaron claro que no pactarían con la formación de extrema derecha y tampoco parece viable que el resto de fuerzas políticas den apoyo a Libertad de Austria. En cambio, el ÖVP sí que podría sumar mayoría con los socialdemócratas y los liberales Neos si llegan a un acuerdo. ¿Y cuál es el discurso del FPÖ? La formación ultra ha basado su discurso en temas clave como el coste de la vida, la inmigración o el clima. Kickl se muestra euroescéptico y defiende una política migratoria de mano dura que relaciona al mismo tiempo con la inseguridad, la delincuencia y el terrorismo. Bajo el lema "Fortaleza de Austria, fortaleza de la libertad" quiere adoptar medidas como reducir la presencia de inmigrantes en situación irregular y de solicitados de asilo o bloquear la reunificación familiar de los inmigrantes que ya se encuentran en Austria. Este lunes, las portadas de la mayoría de periódicos se hacen eco de la enésima victoria de la extrema derecha; el ABC asegura que "Austria se escora a la ultraderecha", El País explica que "la ultraderecha gana las elecciones en Austria con su mejor resultado", La Razón informa de que "la extrema derecha consigue por primera vez la victoria en Austria" y El Mundo alerta de que "la extrema derecha avanza en Europa después de su última victoria en las elecciones de Austria".
El titular sobre los comicios austríacos es el más destacado en la mayoría de portadas, pero El Mundo opta por dar más visibilidad a los primeros 'haters' de Salvador Illa, el president de la Generalitat. Si hasta ahora creíamos que los titulares de la prensa española solo cargaban contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya podemos ver los primeros que apuntan al dirigente socialista catalán. El rotativo ha entrevistado al president del País Valencià, Carlos Mazón, que sentencia: "Illa quiere vulnerar los estatutos del resto: ¿eso es respeto?". El president valenciano "advierte del perjuicio del concierto catalán al autogobierno: 'No tendremos ni para pipas'. Niega grietas en el PP por la financiación autonómica, pero admite que cada barón defenderá sus intereses con la 'letra pequeña'", destaca el subtítulo de la entrevista. Para Mazón, Salvador Illa vive en una "contradicción", ya que considera que lo que Illa debería hacer es "defender su Estatut, porque lo que quiere es vulnerar los estatutos del resto de autonomías."
Finalmente, vistazo a la portada del ABC, que arranca la semana con una investigación sobre el FBI después de acceder, asegura, a los documentos de una fábrica de bulos que ha financiado el Kremlin y que hoy sigue activa. El diario relata que una empresa con sede en Moscú dedicada a campañas masivas de noticias falsas y mentiras al servicio del Kremlin, investigada y sancionada este año en los Estados Unidos, "tiene entre sus objetivos manifiestos desestabilizar las instituciones en España, con ataques a la casa real y con el apoyo a partidos a la derecha del Partido Popular". En uno de los documentos internos de esta empresa rusa, denominada Agencia de Diseño Social, a los que ha tenido acceso el ABC, hay una lista de líderes europeos donde centrar las campañas en redes sociales y otros foros de internet. "Los documentos filtrados revelan que el Kremlin contrata a esta empresa externa para que publique en internet mensajes que dañen las instituciones de cuatro países de la Unión Europea: Alemania, Francia, Italia y España", ha descubierto el rotativo. ¿Qué dicen el resto de portadas de este lunes?
