Las protestas contra la amnistía en Ferraz, que siguen celebrándose de forma ininterrumpida desde hace prácticamente un mes, han derivado cada noche en una esperpéntica concentración nacionalcatólica donde se invita a rezar el rosario "por España". El entorno ultra en las redes sociales actúa como palanca que anima a salir a la calle y participar en estas concentraciones con mensajes como los que ponen de relieve el papel importante que tiene en este momento en la lucha contra el independentismo catalán, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, que impulsa acciones judiciales en el caso Tsunami orientadas a evitar que los líderes del Procés se puedan beneficiar de una futura ley de amnistía.
Uno de los líderes del rosario de Ferraz es el joven José Andrés Calderón, a quien esta semana la policía española ha interpuesto una multa por el hecho de haber organizado la convocatoria sin los avisos pertinentes ante la delegación del Gobierno en Madrid. A través de las redes sociales, Calderón ha denunciado que ha sido multado "para rezar" y ha animado a continuar con la protesta los próximos días. Otros usuarios le han dado apoyo hasta el punto de expresar que rezar es muy necesario a estas alturas, también para defender al juez del caso Tsunami: "Andrés se tiene que rezar mucho por el juez García-Castellón, puede ser el salvador de España", le dice en un mensaje al joven la usuaria de X @florecicadabril, que se presenta como bióloga.
Andrés hay que rezar mucho por el juez García-Castellón, puede ser el salvador de España.
— ℰli[$♤] �������� (@florecicadabril) November 29, 2023
El joven activista quita hierro a la multa que la policía le puso el martes por una concentración para rezar el rosario no comunicada: "Lo más importante de lo que pasó ayer a Ferraz no fueron las multas ni la actuación policial. El fundamental fueron las más de 1.000 personas que rezamos en la Verge Maria. Sin nada de miedo y por el bien de España. La voz de Dios se hace presente a Ferraz. ¡Continuemos"! Desde hace unas semanas, las protestas contra la amnistía han perdido resonancia. Los primeros días se produjeron incidentes y cargas policiales. Justo cuando se anunciaron los pactos del PSOE con el independentismo, se desató una ira descontrolada a Madrid, levantando las pulsiones ultraderechistas y las escurriduras del franquismo todavía bien presente en la capital española.
Las protestas en Ferraz, para asediar al PSOE, fueron sobre todo impulsadas por Vox y organizaciones satélite como Revuelta o Noviembre Nacional, que siguen haciendo hervor a las redes. En los momentos fuertes se llegaron a congregar 8.000 personas en los entornos de la sede socialista. Se hacían llamamientos a una movilización continua, pero a medida que han pasado las semanas la protesta se ha ido apagando, con una participación escasa. Ahora parece haber abierto un proceso de fosilización con los elementos más retrógrados del movimiento antiamnistía.
Este movimiento nacionalcatólico ha sido incluso criticado por uno de los periodistas de cabecera de los ultras en Madrid, Federico Jiménez-Losantos. En su programa radiofónico ha criticado que se rece de esta forma en público y ha reclamado que la gente traslade esta espiritualidad al ámbito privado.