Unió ha decidido acogerse a un preconcurso de acreedores para encontrar una salida a su delicada situación financiera, agravada por los últimos resultados electorales. La deuda acumulada por la formación democristiana, según datos del Tribunal de Cuentas, supera los 17 millones de euros.

El secretario general del partido, Ramon Espadaler, que sustituyó a Josep Antoni Duran i Lleida después de su dimisión por el resultado electoral del 20D presentará este martes en conferencia de premsa las medidas que ha decidido tomar la dirección. Este sábado lo hará en un consell nacional, según ha acordado este lunes el comitè de govern del partido. 

La histórica formación quedó sin representación en el Parlament y en el Congreso tras concurrir en solitario a las elecciones del 27S y el 20D a raíz de su ruptura con CDC, que también derivó en una escisión, Demòcrates, y ocasionó la baja de militantes y concejales. 

El preconcurso de acreedores abre un plazo de tres meses de negociación para evitar la fase siguiente, el concurso de acreedores. El partido ha aplicado una reducción de personal y ha empezado a negociar la venta de su sede nacional, situada en la calle Nàpols de Barcelona, con el fin de equilibrar sus maltrechas cuentas.