A la caza de independentistas y CDR por la unidad de España. Es el resumen de mensajes que se encontraron en los móviles de algunos de los cuatro acusados de propinar una paliza a un joven independentista, después de una concentración españolista en la plaza Artós de Barcelona, el 17 de octubre de 2019, molestos por las protestas contra la sentencia del Tribunal Supremo a los independentistas catalanes. Un juez de Barcelona los ha empezado a juzgar este martes y solo uno de los cuatro ultras, Xavier Carrera, ha admitido que "le dio patadas en los glúteos" y ha pedido "perdón" a la víctima. Los otros encausados, Javier Vidal Aroyo, Marc Redondo, y Juan David Molina solo han contestado a las preguntas de sus abogados y dos han admitido que fueron a la manifestación ultra. Nada más.
La Fiscalía, inicialmente, pide 5 años de prisión a cada uno por el delito de lesiones agravadas al usar instrumento peligroso más la agravante del delito de odio, y unos 16.000 euros de indemnización, gran parte ya aportada por los acusados en el juzgado. El Ayuntamiento de Barcelona, se ha personado como acusación popular, con la representación del penalista Xavier Muñoz, que también les pide 5 años de prisión, pero por dos delitos: 3 años y 6 meses por lesiones agravadas y 1 año y 6 meses por desórdenes públicos. El juicio continúa este viernes.
"Son unos cagados, solos"
La agresión pasó la noche del 17 de octubre de 2019, entre las calles Rosellón y Balmes. Los llamados constitucionalistas convocaron una concentración en la plaza Artós, en la cual había banderas preconstitucionales, brazos alzados y gritos usados en la Alemania Nazi, según ha declarado la instructora de los Mossos de Esquadra en el juicio, en el juzgado de lo Penal 17 de Barcelona. Aquel día, también se convocó una protesta antifascista e independentista, y agentes antidisturbios de los Mossos hicieron un cordón policial.
Cuando se acabó la concentración en la plaza Artós, un centenar de ultras, con banderas, palos y piedras -según la instructora- bajaron hasta el Eixample y se encontraron con un grupo antagónico, que empezó a correr. Un joven de 23 años se quedó solo, y según los Mossos, Juan David Molina le pegó "con un palo o un tubo", cayó al suelo, y el resto empezó a darle patadas a la cabeza y en el cuerpo. Vídeos de la agresión se hicieron virales.
Discusión por la bandera del águila
En la vista, Javier Vidal Arroyo, a preguntas de su abogado, ha declarado que "no" pertenece a ningún grupo neonazi, que" ha retirado propaganda independentista" de las calles, y que fue a la concentración de la plaza Artós, que ha definido como "un pasacalle festivo", y que se marchó a casa cuando "grupos de radicales les tiraron piedras y los insultaban".
Al día siguiente, Vidal fue detenido por la policial. Un vecino de Badalona lo identificó por los vídeos y las fotos que salían a las redes sociales, y este martes en el juicio ha asegurado que Vidal es "famoso" y que lo denunció "porque no me gusta la violencia ni su enaltecimiento".
En el juicio, el abogado de Vidal ha cuestionado a la instructora de los Mossos: "¿La bandera con el águila es preconstitucional porque usted lo dice?" Y la agente le ha respondido: "En el fútbol y en manifestaciones agresivas y prebèliques, como era esta, sí que consideran así."
Agentes de los Mossos también han explicado en el juicio que analizaron el móvil de Vidal y le encontraron mensajes con Xavier Carrera, defendido por el penalista Pepe Rey, que ha insistido en que si él no hubiera confesado su participación en la paliza no lo habrían identificado a partir de las redes sociales.
Por su parte, el abogado Xavier Muñoz ha solicitado a un agente que detallara los mensajes que los dos encausados se intercambiaron antes y después de la agresión. "Tenemos que salir a la calle hasta que llegue el ejército; "solos están unos cagados", o "nuestras caras están en todas partes|", son algunos de los mensajes interceptados.
Marc Redondo - que aceptó una condena de 1 año y 8 meses de prisión por haber dado un golpe con un palo a un mosso en la misma protesta del 2019- ha contestado solo a su abogado, Javier Rodrigàlvarez, que ahora tiene trabajo, vive en Madrid y en verano será padre. I Juan David Molina ha aceptado que fue a la protesta de la plaza Artós, pero que no pegó el chico, y que "no se reconoce en las imágenes".
Un menor, castigado
Todos los encausados fueron identificados en las redes sociales, y los mensajes entre ellos les incriminan, según han testificado agentes de los Mossos en la vista. En el juicio, también ha declarado un menor, que aceptó un castigo de 10 meses de libertad vigilada por un delito de lesiones con la agravante de odio, por haber participado en la agresión.
Víctima y responsabilidades
La víctima también ha declarado en el juicio, que fue a la concentración de los CDR y ha explicado que cuando vio que se decía que integrantes ultras y nazis iban a buscar a sus contrarios, él decidió marcharse a casa, pero lo pillaron antes. El abogado de Javier Vidal lo ha interrogado como si fuera un acusado: ¿"Iba con un grupo que los increpaba y les tiraba objetos y les hacían venir hacia usted"?, le ha lanzado el letrado. El chico ha contestado que no sabe que hacían los otros, pero que él se quedó solo, que uno de los agresores le dio un golpe, que pudo parar, el segundo ya lo hizo caer al suelo, y allí, indefenso, todos los pegaron. "Me tapé la cara, y con el vídeo he visto qué me hicieron", ha declarado con sinceridad la víctima, y ha pedido que los autores asuman las consecuencias legales.
De las secuelas, ha asegurado que sufrió los efectos traumáticos de la paliza durante unas semanas. Inicialmente, se le diagnosticó la perforación del tímpano, y al final el médico dijo que había sido mínimo y que no le ha causado pérdida del oído. El juicio finaliza este viernes, con las periciales e informes finales.