Paso en firme de la dirección de la Assemblea Nacional Catalana. En medio de la crisis interna que atraviesa la entidad independentista, y que este sábado podría escenificarse con la posible dimisión de un número importante de dirigentes, Uriel Bertran ha anunciado una decisión que puede servir para evitar la ruptura. El actual coordinador de la comisión de estrategia y discurso tenía que convertirse en el vicepresidente de la entidad a partir de mayo, relevando así el actual titular, Jordi Pesarrodona. Pero finalmente no será así.
En un mensaje en Twitter, Uriel Bertran ha anunciado que renuncia a sustituir al actual vicepresidente, alabando también su tarea a lo largo de estos meses. "Ha hecho un buen trabajo, y a fin de que todas las voces continúen, hago público que renuncio a sustituirlo y continuaré de coordinador de la comisión", ha explicado. Con este paso, Bertran intenta calmar los ánimos y reconciliar la línea oficialista con la corriente crítica interna: mientras que él es próximo a la presidenta Dolors Feliu, Pesarrodona representa el colectivo disidente. De esta manera, los críticos mantendrían una posición relevante al frente de la entidad. La decisión no ha sido espontánea, sino que ya se compartió con los demás secretarios nacionales durante la reunión del pasado sábado.
Una vicepresidencia repartida
Las elecciones celebradas el pasado mes de mayo fueron sorprendentes. A pesar de que Pesarrodona se había impuesto entre el voto de los socios de la ANC, la posterior elección por parte de los 68 miembros del Secretariado Nacional situó a Dolors Feliu como presidenta. Y a la hora de decidir el vicepresidente, la situación fue todavía más agónica: después de dos empates entre Pesarrodona y Bertran, la entidad decidió que el primero ocuparía la vicepresidencia durante el primer año del mandato, y el segundo lo haría durante el segundo año. Una decisión que significaría el relevo de Pesarrodona a partir del próximo mayo, y daría todavía menos voz al corriente crítico interno del cual forma parte el exconcejal de Sant Joan de Vilatorrada.
Una corriente crítica que, a lo largo de las últimas semanas, ha agitado el fantasma de una ruptura. Después de la polémica por una votación sobre la lista cívica que enfrentó los disidentes con la línea oficialista (entre reproches de "autoritarismo" contra la dirección de la entidad), la reunión del Secretariado Nacional de este sábado se presentaba como el escenario en el cual podría hacerse pública la ruptura con una dimisión en bloque de los críticos. Ahora queda para ver si la decisión de Uriel Bertran será suficiente para evitarla.