El lehendakari Iñigo Urkullu envió una carta al presidente de la Generalitat Carles Puigdemont el viernes 27 de octubre de 2017, antes de la proclamación de independencia. El Periódico ha tenido acceso a esta carta y asegura que se envió dos días después de un acuerdo con un punto débil entre el presidente catalán y el lehendakari: no había constancia escrita del compromiso de Mariano Rajoy de no aplicar el 155 si no se declaraba la independencia.
El jueves 26 de octubre de 2017 el presidente Puigdemont descartó la convocatoria de elecciones y fue cuando Urkullu se decidió enviar la misiva, según el rotativo. El mensaje también se envió a Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Marta Pascal y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar.
Urkullu proponía introducir al debate en el Senado sobre el 155 una enmienda en tres partes, siempre que hubiera un acuerdo previo entre el gobierno español y el Govern de la Generalitat. La primera parte indicaba que la "ejecución" del 155 se suspendería "si el Parlament, el Govern o el presidente no declaraban la independencia de Catalunya". El segundo punto proponía que los dos ejecutivos "atendiendo la voluntad social mayoritaria de búsqueda de acuerdo, son instados a iniciar sin demora un proceso de diálogo encaminado a la consecución de un pacto de convivencia que ponga fin al desacuerdo presente".
Y, finalmente, la última parte proponía "la inmediata celebración de unas elecciones autonómicas, en la medida que sus resultados permitirán conocer el sentir mayoritario de la sociedad catalana, así como su voluntad alrededor de su futuro político".
Con todo, no son los motivos legales los que instan a Urkullu a insistir en la mediación, si no "la convivencia". El texto finaliza con un ruego: "Abramos un momento de distensión". I prosigue; "Acordar no es claudicar, es un ejercicio de responsabilidad compartida".