Paso adelante para que la rumba catalana sea declarada Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Es una reivindicación largamente batallada por el mundo de la cultura y que esta semana parece que está más cerca de conseguirse. Esquerra Republicana ha arrancado el compromiso del Ministerio de Cultura, liderado por Ernest Urtasun, de presentar la candidatura manteniendo la denominación de “rumba catalana”. Y eso es imprescindible porque justo ahora hace un año la Plataforma per a la Defensa de la Rumba Catalana denunció que el ministerio les había propuesto renunciar a la distinción de “catalana”. Eso parece que ahora queda enterrado. Fuentes de ERC confirman a ElNacional.cat que el nuevo ministerio (antes estaba encabezado por el socialista Miquel Iceta) les ha garantizado que la petición será relativa a la “rumba catalana”. Las mismas voces indican a este medio que la previsión es que Urtasun reciba a los representantes de la plataforma a principios de julio y que el mismo mes se registre la candidatura.

Todo llega a raíz de una proposición no de ley (que no tiene carácter vinculante) que ha presentado ERC en la Comisión de Cultura y que se ha aprobado este miércoles casi por unanimidad: ha recibido los votos a favor de todos los partidos menos los de Vox, que se ha abstenido. 34 votos a favor y 3 abstenciones. El texto registrado por los republicanos es claro: se insta al Gobierno a “defender la candidatura de la Rumba Catalana para que sea reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO” y “sea incluida a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en el plazo máximo de seis meses”. El Parlament de Catalunya también lo reivindicó en abril de 2023 con una propuesta que fue aprobada por unanimidad. Asimismo, el Congreso reclama ahora a la Moncloa que “colabore” con el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, la Plataforma per a la Defensa de la Rumba Catalana, artistas y músicos de la rumba catalana para “promover y proteger esta manifestación cultural”.

En su momento, después de que en agosto de 2013 el Ministerio de Cultura liderado por Iceta pusiera trabas al reconocimiento de la rumba catalana por parte de la UNESCO, Amadeu Valentí, presidente de la Plataforma, lamentó que retirar la denominación de “catalana” suponía “mutilar el arte y sacar su identidad a una música creada y desarrollada en Catalunya”. “No cederemos a renegar de nuestra identidad, nuestra postura en este aspecto es rotunda e inamovible, porque sería renegar de lo que somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos”, proclamó la entidad en un comunicado. Ahora queda superado este escollo.

“Preservación, promoción y difusión de la rumba a escala internacional”

Durante el debate, Francesc-Marc Álvaro ha puesto de relieve esta conquista. El diputado republicano ha subrayado que este reconocimiento contribuirá a la “preservación, promoción y difusión” de la rumba catalana a “escala nacional, estatal e internacional”, “servirá como marco de protección para salvaguardar las prácticas y los conocimientos de un género especial y único” y garantizará su “continuidad y transmisión a las generaciones futuras”.

En una auténtica clase de historia, Francesc-Marc Álvaro ha relatado que la rumba es “uno de los géneros musicales populares más importantes nacido en Europa en el siglo XX, en concreto en la ciudad de Barcelona, en el seno de la comunidad gitana”. Ha explicado que “se caracteriza por la guitarra, que se utiliza de forma peculiar mediante el ventilador, la voz, los coros y las palmas” y ofrece una “música de barrio que se convierte en universal, nacida del dolor y de la alegría”. El diputado de ERC también ha recordado la figura de los “tres grandes nombres históricos” de la rumba catalana: Peret, El Pescaílla y el Gato Pérez.