Ute Müller nació en Pforzheim, Alemania. Es la corresponsal en España y Portugal de dos diarios de referencia conservadora, el alemán Die Welt y el suizo Neue Züricher Zeitung (NZZ). Trabaja en Madrid desde 1995.
¿Esperaba que el conflicto Catalunya-España alcanzaría este nivel de tensión?
El conflicto se ha salido de madre. No esperaba que el nivel de confrontación sería tan alto, esta falta de conversaciones serias y de negociación.
¿Le resulta fácil venderlo en su medio?
Ahora las propuestas suelen recibirse mal. No se venden tan bien como en 2012 o durante el proceso hacia la consulta del 9-N del 2014.
¿Es el soberanismo catalán un movimiento consistente o un suflé que bajará si mejora la situación económica o se concede mayor autogobierno, por ejemplo?
Es un movimiento real y puede que se haga crónico si el gobierno español continúa prohibiendo su actividad y mantiene la presión sobre los alcaldes y la prensa, aunque sea imposible hacer el referéndum. Reprimirlo solo aplazará el problema.
¿Le merecen credibilidad los actores políticos y sociales del procés?
Artur Mas nunca me mereció credibilidad. Subió al tren independentista porque le parecía útil electoralmente. Carles Puigdemont, el actual president, sí es creíble, pero quiere dejar el cargo una vez que se celebre el referéndum... Rajoy es como una roca inamovible. Me merece credibilidad, pero esa manera suya de ver las cosas... No mueve un dedo.
¿Cuál les el 'momento cero' del conflicto?
La sentencia del Tribunal Constitucional del 2010 contra el Estatut fue decisiva. En ese momento, el PP no promovió el entendimiento y tampoco Artur Mas, un personaje muy duro al que entonces solo le importaba su propia carrera.
¿Qué factor le parece más decisivo en esa dinámica, el inmovilismo y la judicialización del gobierno español o la insistencia y desconfianza del gobierno catalán?
La actuación del gobierno español, sus amenazas, han ayudado a forjar el frente común independentista. Si mantiene esa actitud, ese frente se agrandará. La judicialización ha sido muy decisiva para hacer que confrontación se agrave. Pero el inmovilismo hay que atribuírselo a ambas partes: Rajoy nunca ha querido conceder nada, pero Puigdemont tampoco quiso ir a las Cortes a presentar su programa, además de que de su famosa lista de 46 puntos solo quería hablar de uno, del referéndum.
¿A qué parte hace más daño esta situación?
Hace más daño a la sociedad catalana que al gobierno de Madrid. En Catalunya deberían ponerse de acuerdo en qué quieren. Quizá sería mejor aplazar el referéndum y proponer otro proyecto de país. El conflicto actual perjudica a ambos, pero más al independentismo porque me parece más fácil que se fragmente. No creo que haga tanto daño al gobierno español.
¿Le parece que los gobiernos catalán y español pueden resolver el conflicto por sí mismos o necesitan una mediación?
Necesitan una mediación. Cada parte está tan metida en su posición, han ido tan lejos… La desconfianza entre unos y otros es tan grande que sin una mediación (de la Unión Europea, por ejemplo) no puede resolverse.