La prensa de Madrid ha reaccionado con sorpresa ante la noticia que la presidenta de Parlament, Carme Forcadell, se marcha de vacaciones al extranjero y delega, entre el 3 y el 12 de agosto, sus funciones en el vicepresidente primero de la Cámara, Lluís Corominas.
La presidenta ya anunció hace una semana en una entrevista a TVE de Catalunya, que se marchaba a Etiopía. No obstante, desde diferentes medios se ha querido subrayar ahora la coincidencia de esta circunstancia con el choque institucional provocado por la aprobación el miércoles ante el pleno de las conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente.
El viernes, después del consejo de ministros, la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló que la primera línea de actuación del Gobierno español sería iniciar la vía penal contra la presidenta del Parlament por haber permitido la votación. El Tribunal Constitucional tendrá que evaluar en una reunión extraordinaria el lunes si toma medidas contra ella.
Forcadell insistió el mismo viernes en una entrevista en el canal 324 en que no tiene miedo de las consecuencias por haber permitido la votación. "Sería profundamente antidemocrático que me inhabilitaran", señaló.
Las reacciones provocadas por las vacaciones de Forcadell han tenido también respuestas al twitter como la del cabeza de lista de Esquerra en el Congreso, Gabriel Rufián.