Este domingo al mediodía se han descargado decenas de vallas metálicas en las puertas del Museu de Lleida a requerimiento de los Mossos d'Esquadra, que también han dejado una pareja de agentes de forma permanente ante el equipamiento. Fuentes de la policía catalana han afirmado que tienen que velar para garantizar la seguridad ante el inminente operativo de traslado de las obras de Sixena, que el juez oscense ha ordenado que se haga este lunes.
Hay que recordar que a través de las redes sociales se ha extendido una convocatoria anónima con el apoyo de la CUP y los Comitès de Defensa de la República que invita a encontrarse a las 7:30 de la mañana ante el Museo para "tomar un café", una movilización que puede reunir decenas de personas para mostrar su rechazo a la entrega de las piezas que hace décadas están en la capital del Segrià. En todo caso, la providencia que el jueves emitió el juez autoriza a la Guardia Civil a recoger los bienes a partir de esta próxima medianoche incluso haciendo uso de la fuerza, y nadie sabe a ciencia cierta en qué momento se presentará la comitiva de la policía judicial con los técnicos de Aragón. Desde el Museu, sin embargo, recuerdan que el plan de trabajo presentado por el mismo ejecutivo aragonés prevé que el operativo empiece a las ocho de la mañana.
El alcalde de Lleida, Àngel Ros, se ha desplazado este mediodía hasta las puertas del Museu de Lleida, donde ha explicado que las vallas las han solicitado los Mossos d'Esquadra a la empresa que suministra estos elementos para actos públicos en la ciudad por una cuestión de "precaución policial", aunque él todavía confía en que alguno de los recursos presentados prospere y que se detenga el traslado. "Por parte del ayuntamiento no se ha dado ningúna orden de situar vallas, ni la Guardia Urbana está trabajando en ningún dispositivo especial por una posible entrada en el Museu", ha asegurado.