Después del fracaso en la política municipal barcelonesa, Manuel Valls ya prepara el terreno para volver a la francesa. Y empieza a dejar clara su dirección.
En una entrevista al programa '64 minutas, Le Monde en Français,' le preguntan por como vería que la enseñanza en las escuelas también tuviera en cuenta las lenguas locales. La periodista le dice: "Si mañana Usted fuese ministro de educación, aceptaría que se dieran clases en bretón, en vasco, en catalán"?.
La República por encima de todo
Valls responde de forma contundente: "No, de ninguna manera. La República es una unidad y tiene una lengua que es el francés". Y añade que "el vasco y el catalán están ligados al separatismo y fomentan un anti-republicanismo". Valls, que habla catalán, reniega de su pasado.
Esta campaña sorprende comparada a la que hizo cuando entró al ayuntamiento barcelonés; muchos usuarios le recuerdan que la única cosa que hizo fue investir a la alcaldesa Ada Colau. De rebote, reprochan a Colau que en su día pactara con un Valls que no propaga los valores de tolerancia que los comunes siempre aseguran defender.
Valls quiere participar en la campaña electoral de Ciutadans, pero después volvería hacia Francia. Siendo así, no llegaría ni a los cuatro años haciendo política en Catalunya. Fuentes del entorno del exprimer ministro francés indican que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, cuenta con Valls para mayores responsabilidades y para mantener su perfil centrista.
Ante esta posible marcha, Barcelona pel Canvi ya habría empezado las negociaciones con el número 3 de la lista de Valls, Alexandre Pons, para que se convierta en su sustituto como concejal. A principios de este mes de septiembre, Valls ya dio alguna pista sobre su interés en Francia. En una entrevista, la televisión francesa TM preguntó al concejal de Barcelona si algún día podría ser ministro del Gobierno. Valls lo descartó, y no para que no tuviera posibilidades políticas, sino porque es "profundamente francés".