El rapero exiliado Josep Valtònyc ha cargado contra la "superioridad moral" de partido. Y sobre todo, contra la ceguera de defender todo el que dice el partido que simpatizas, ya que "siempre son a tiempo de hacerte pasar mucha vergüenza". La política es contradicciones, dicen, es por eso que Valtònyc alerta de la fijación por defender encarnizadamente todo lo que dice un partido porque "las legislaturas son muy largas" y siempre hay tiempo para que cambien de opinión, voluntariamente, forzosamente o por conveniencia.
El rapero no es la primera vez que critica el sistema de partidos y sus liderazgos. "Que cada uno haga el trabajo que le corresponde, y no diremos cuál es la mejor fórmula, pero lo que es una evidencia es que hacen falta nuevos liderazgos. No se puede gobernar un país desde la prisión o el exilio, o no sólo". Este es el argumento que sostuvo el ya expresidente de Òmnium, Jordi Cuixart, para defender su paso al lado de la entidad soberanista. Para el rapero y exiliado Josep Arenas, alías Valtònyc, este argumentario es un "error". En una entrevista al Assemblea Nacional Catalana, ha asegurado que Cuixart "cometió un error; él fue indultado y es muy fácil decir que hay que buscar nuevas caras". Valtònyc ha subrayado que el exilio todavía es un foco de represión, ya que hay muchos actores del 1-O que todavía no pueden volver a casa. Por todo eso, el rapero ha afirmado que "no hay que pasar página de lo que pasó" el 1 de octubre de 2017, "todavía hay mucha gente que sigue luchando por volver a casa y que respeta la legitimidad del referéndum".
A la espera de juicio
El Tribunal de Apelación de Gante ha aplazado hasta el próximo 7 de abril la revisión del caso de la extradición de Josep Miquel Arenas, Valtònyc, según ha acordado el tribunal. El estado español reclama al cantante desde el 2018, para que cumpla una condena de tres años y medio de prisión por los delitos de injurias en la Corona, enaltecimiento del terrorismo y calumnias. La euroorden de entrega hasta ahora no ha sido aceptada por un juez y un tribunal. El mes pasado, el Tribunal de Casación belga ordenó revisar la negativa inicial del tribunal de apelación de Gante, y ahora lo tiene que revisar un nuevo tribunal, con otros magistrados, que ha aplazado la vista hasta esta primavera.
En la resolución, el Tribunal de Casación belga insiste en que no se puede entregar el rapero mallorquín a la justicia española por el delito de injurias a la Corona, pero advierte que no se puede desestimar la euroorden contra él sin examinar si los hechos que se le imputan son punibles en virtud de los artículos del Código Penal que regulan los delitos de ultrajes hacia autoridades, cargos públicos, o bien el derecho al honor de las personas. Así lo señala la sentencia del Tribunal de Casación, que inicialmente creó confusión en sí se tendría que volver a juzgar el rapero.
Reacción
Valtònyc ha reaccionado a la decisión del aplazamiento. "La justicia belga siempre ha demostrado ser justa y yo estoy contento con que hayan hecho su trabajo aunque no haya ido a favor mío", ha afirmado el cantante al salir de los juzgados. El mallorquín de 28 años ha dicho que afronta la repetición del juicio "tranquilo": "Nadie dijo que sería fácil". Valtònyc ha recriminado a la fiscalía belga que intente extraditarlo por injurias comunes. "Si quieren hacer pasar al rey como persona civil, que aprovechen y lo juzguen como tal en España y le levanten los privilegios", ha manifestado. Aunque acepten la euroorden por este crimen, el abogado Simon Bekaert ha avisado de que Apelación puede denegar igualmente la entrega del cantante por riesgo de vulneración de derechos fundamentales. En este caso, del derecho a la libre expresión. No obstante, Bekaert ha admitido que no pueden estar completamente "seguros" de que no se aceptará la extradición.
El tribunal de Apelación de Gante había denegado la extradición del rapero el pasado 28 de diciembre. Dos meses antes, el Tribunal Constitucional había dictaminado que la normativa belga de 1847, que castigaba con hasta tres años de prisión los insultos al rey, es inconstitucional porque no respeta la libertad de expresión. El alto tribunal sentenció que aquella ley no se ajusta a la Constitución belga ni al Convenio Europeo de Derechos Humanos. No obstante, la Fiscalía recurrió la decisión del tribunal de Gante y el Tribunal de Casación sentenció que habrá que repetir el juicio, con nuevos jueces.