El Vaticano ha matizado que no se opondrá a la exhumación del dictador Francisco Franco, si así lo deciden las autoridades competentes, ni tampoco se pronunciará sobre el lugar dónde debe de ser enterrado, informó hoy el portavoz vaticano, Greg Burke. La Santa Sede hace esta aclaración después de que esta mañana, la vicepresidenta del Gobierno haya confirmado que el ejecutivo socialista y el Vaticano han acordado que los restos de Franco no irán a la Almudena.
La misma fuente indicó en un comunicado que en la reunión que mantuvieron este lunes el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, "es cierto" que ella "expresó su preocupación por la posible sepultura en la catedral de la Almudena y su deseo de explorar otras alternativas, también a través del diálogo con la familia". "Al cardenal secretario de Estado le pareció oportuna esta solución", dijo Burke, que precisó que "el cardenal Pietro Parolin no se opone a la exhumación de Francisco Franco, si así lo han decidido las autoridades competentes, pero en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación".
Parolin y Calvo se reunieron el lunes en el Vaticano para, entre otros asuntos, conversar sobre la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco que se encuentran actualmente en el complejo monumental del Valle de los Caídos, donde fueron depositados cuando murió en 1975.
Calvo dice que los restos no irán a la Almudena
Calvo dijo hoy, en los pasillos del Congreso, que el Gobierno de Pedro Sánchez y la Iglesia católica buscan una fórmula para que los restos de Franco no sean inhumados en la catedral de la Almudena en Madrid. "Acordamos de manera conjunta encontrar una salida, que obviamente no puede ser La Almudena", dijo la vicepresidenta del Gobierno.
Desde que el Ejecutivo socialista anunció el pasado verano su intención de exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos, monumento construido por el dictador tras la Guerra Civil, se ha generado una polémica sobre el lugar al que deberían trasladarse. Su familia, que se opuso a la exhumación por considerarla una "imposición" del Estado, manifestó su intención de enterrar a Franco en la catedral de la Almudena, ubicación que rechazan diversos colectivos, por considerar que un lugar tan céntrico y conocido de Madrid se puede convertir en centro de peregrinación de nostálgicos del franquismo o incluso de fascistas europeos.
Calvo subrayó hoy que cuenta con el apoyo del propio cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, que "ya dijo el otro día que a ellos no les parece bien" que los restos del dictador se trasladen allí, como pretende la familia. También ha añadido que "el sitio donde tienen que descansar los restos tiene que ser un espacio donde no puedan producirse situaciones de enaltecimientos ni homenajes". Ha concluido el tema afirmando que el gobierno español "tiene instrumentos" a fin de que eso se cumpla.