"No tenemos necesidad de tomar decisiones rápidamente, la preinscripción se ha trasladado al mes de abril", decía el ministro de Educación Íñigo Méndez de Vigo durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes, tras encender la polémica la semana anterior sobre el modelo de inmersión lingüística en Catalunya. El ejecutivo daba así largas sobre cómo garantizará el 25% de castellano al que se comprometió la semana anterior. Eso sí, el ministro ha recordado que el 155 no podía modificar la legislación del Parlament —que establece el catalán como vehicular—.
De Vigo hizo cero autocrítica sobre la sentencia del Tribunal Constitucional del miércoles, que tumba la financiación pública para la escolarización en castellano, asegurando que "avalaba" la mayor parte de la LOMCE —conocida como Ley Wert—. "Lo que dice la sentencia es que un modelo educativo es para todo un territorio, no para dar satisfacción a una sola persona", ha dicho el responsable educativo, después de que el dirigente del Partido Popular catalán Xavier García Albiol admitiera que la resolución del TC "condicionaba" los planes de la Moncloa.
La cuestión es que el Gobierno gana tiempo mientras los independentistas no forman Govern, pero se opone a que el sitio del president lo ocupe uno de los diputados presos. "Si escogen a alguien a alguien disminuido en su capacidad política de actuación, demostrarán que la voluntad de recuperar las vías institucionales es nula", denunciaba el portavoz sobre que sonaran nombres como el de Jordi Sànchez para el cargo. "No le haré la alineación al otro equipo, pero espero que tengan en cuenta que una persona que no podrá ejercer con total normalidad no es buena idea", ha reiterado.
Así las cosas, la lectura de la Moncloa es que el independentismo cae —ya que sólo computan el apoyo unilateral al proceso—, algo que De Vigo atribuía a "la actuación esperpéntica" del Govern destituido. "La líder de los anticapitalistas en el país más capitalista", se ha burlado incluso sobre la estancia de la cupaire Anna Gabriel en Suiza. La crítica ha sido más contundente sobre la declaración judicial de algunos expolíticos como Artur Mas. "Dice que la proclamación de la República fue simbólica. Hay muchos catalanes que se preguntan sobre la gran mentira de la República", ha zanjado.