—¿Y estos quiénes son?
—¿De donde salen?
—¿De qué pie cojean?
—¿Quien hay detrás?
—¿Son de fiar?
Han sido preguntas recurrentes esta semana, también dentro del gremio periodístico, después que un digital llamado The Objective haya decidido decidir poner en marcha su campaña contra el exministro y exsecretario de organización socialista José Luis Ábalos, atribuyéndole una "doble vida oscura". Hablando de "supuestos vídeos" que no han visto ni ellos y de habitaciones de hotel destrozadas "con restos de todo". Intoxicaciones de un solo lado y mucha dosis de moralismo. No eran preguntas banales las dirigidas sobre este "nuevo" medio de la derecha. El último dato de audiencia disponible es de diciembre del año pasado, cuando OJD le certificaba 456.000 usuarios únicos al mes. Para comparar, según esta misma empresa, ElNacional.cat tiene 9,5 millones, casi veinte veces más.
Las preguntas cernían sobe el el aire aunque el proyecto hace ocho años que vio la luz. Pero sus responsables decidieron relanzarlo este septiembre, con un nuevo equipo, duplicando la plantilla y librando la batalla de la información diaria. Sin embargo, para poder responder los principales interrogantes y saber quién hay detrás de este medio, hay que explicar un concepto mucho capitalino: Little Caracas.
Así es como se ha bautizado el éxodo venezolano en Madrid, cada vez más numeroso, que se está implicando políticamente, casi siempre hacia la derecha. No se trata de los ciudadanos que huyen desesperados, sin nada en los bolsillos, sino gente que ganó dinero con el chavismo y multimillonarias familias opositoras. Un fenómeno similar al Little Havana en Miami con la diáspora cubana.
The Objective se encuentra geolocalizado dentro de este Little Caracas. Su CEO es Paula Quinteros (1980), una empresaria de los medios nacida en Colombia, criada en Brasil y a partir de los 19 años establecida justamente en Caracas. Antes de fundar The Objective, creó El Estímulo, el mismo producto pero en venezolano. Tan idénticos que comparten diseñador gráfico, pero la oposición no la hace al Gobierno de coalición, sino al régimen de Nicolás Maduro. Dentro del mismo entramado mediático está la revista Clímax. Uno de sus últimos reportajes intenta demostrar que la madre de Maduro es colombiana. Una teoría calcada a la de los sectores republicanos que acusaban a Obama de no haber nacido en Hawai, sino en África, y que por lo tanto no podía ser presidente de los Estados Unidos. Además de Quinteros, también es fundador y editor el escritor Ignacio Peyró, exasesor de Rajoy, a quien le escribía discursos, hoy director del Instituto Cervantes en Londres.
La derecha mediática española forja una nueva constelación para hacer la guerra cultural (y sucia) a la izquierda y el independentismo
El escogido para reimpulsar el diario ha sido Álvaro Nieto, que irónicamente –según reveló Cuatro- pidió trabajo a Ábalos después de ser despedido de El País. El ministro no aceptó el autoofrecimiento y Nieto acabó en el conservador VozPopuli. Desde allí se vanagloria de haber revelado "exclusivas" como el DelcyGate o el caso Plus Ultra, los dos contra Ábalos, o el caso Neurona, que persigue a Podemos, por supuestos sobresueldos. Este último caso ya acumula seis archivamientos judiciales. Los otros dos, contra el exministro, tampoco están encontrando el recorrido judicial ante la ausencia de pruebas. Con este currículum, Nieto fue fichado por Paula Quinteros para la batalla diaria en el barro de la actualidad. El nuevo director ha duplicado la plantilla con redactores provenientes de VozPopuli o esRadio, la emisora de Federico Jiménez Losantos, del grupo Libertad Digital. Dicen situarse en el centro político.
La derecha española siempre ha tenido un espacio consolidado en el panorama mediático español. Hay medios incluso centenarios como el diario ABC, con décadas en los hombros como la cadena COPE y de consolidados en la era digital como el grupo Libertad Digital. Para poner unos pocos ejemplos paradigmáticos. Pero, como también pasa en el ámbito parlamentario y electoral con la irrupción de la extrema derecha, la órbita mediática conservadora también se está reorganizando con una nueva constelación de medios que buscan hacer su agujero. En algunos casos hay mucho dinero detrás, de procedencia desconocida, pero también otros que aprovechan el abaratamiento de costes que han supuesto las redes sociales. A continuación una pequeña muestra.
Revisionismo neofranquista
Otro caso de reinvención es el digital El Debate, que recupera la cabecera conservadora histórica homónima, que se editó durante el primer tercio del siglo XX. Ahora sin papel, sólo online, pero impulsado por la misma gente: la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). Fue uno de los grupos más influyentes del régimen franquista, donde estuvieron bien situados. Esta entidad ha llegado hasta nuestros días. Ahora defiende teorías como que Pedro Sánchez sigue "directrices mundiales" para "demoler la familia" e "imponer un cambio de mentalidad" a través de leyes como la del aborto, la de la eutanasia o la del matrimonio homosexual. La ACdP también sostiene universidades ultraconservadoras como la CEU San Pablo, en Madrid, o la Abat Oliba en Barcelona.
El presidente de la asociación y editor del periódico digital es el historiador Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Baluguera, a quien otros colegas del gremio sitúan en el revisionismo neofranquista, en la línea de Pío Moa, con quien ha trabajado. Cuando era rector de la CEU San Pablo organizó un congreso "sobre la Guerra Civil y la República", bajo el lema "la otra memoria". Bullón de Mendoza inauguró el cónclave acusando al PSOE y el Partido Comunista de España de haber provocado la guerra civil y exigiéndoles disculpas por sus asesinatos. También es el biógrafo de José Calvo Sotelo, ministro con el dictador Miguel Primo de Rivera y dirigente de la CEDA.
El nuevo El Debate resucitó el pasado 1-O, cuando puso en marcha el digital. El escogido para dirigirlo ha sido el gallego Bieito Rubido, director de ABC durante una década, y entre sus colaboradores cuenta con algunas de las plumas más consolidadas del espacio ultraconservador, como Alfonso Ussía. Rubido se ha encargado de tener una redacción bien conservadora. Según explica eldiario.es, el director preguntaba durante las entrevistas a los redactores si estaban casados o "qué concepto tenían de la familia". Los fichajes los acabó haciendo en otros medios como OkDiario o la COPE. El fin de semana pasado abría ya con una entrevista al dirigente ultra Santiago Abascal, a quien daban altavoz sin ninguna pregunta incómoda. En un mes de vida también han entrevistado a la líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio; al líder de la patronal CEOE, Antonio Garamendi; al empresario y presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, o al presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Joan Josep Omella. Los titulares y los enfoques son bastante elocuentes.
La conquista audiovisual
La extrema derecha ha irrumpido política y también mediáticamente. Se ha podido comprobar durante las últimas semanas en la sala de prensa del Congreso, donde son acreditados sin problema los trabajadores de EDATV (el canal de YouTube Estado de Alarma TV) mientras otros medios más consolidados no pueden entrar. Su presencia y actitud ha provocado no sólo la incomodidad de periodistas habituales, sino también de la mayoría de grupos parlamentarios, con la excepción de Vox, que está como pez en el agua. Detrás está el polémico experiodista de El Mundo Javier Negre, condenado judicialmente por haberse inventado una entrevista y haber coaccionado a una víctima de maltratos. Con Estado de Alarma, pretendía, literalmente, "crear la Fox News española". No ha llegado tan lejos; no ha pasado de canal de YouTube. Pero es sólo la punta del iceberg.
Porque, si el panorama de los periódicos digitales conservadores está revolucionado, más lo está el panorama audiovisual. Y con proyectos con muchos más recursos que un programa de YouTube hecho desde casa y con móviles. El proyecto más serio en este sentido es la televisión 7NN, nacida en contraposición a LaSexta. Nació públicamente el pasado 12 de octubre, Día de la Hispanidad, y ya se puede ver en la TDT en la Comunidad de Madrid, en Aragón y en algunas ciudades derramadas por el Estado español. Pero su intención es conseguir multiplex para llegar al 70% del territorio español. Mientras tanto, también emite a través Vodafone TV y de plataformas digitales como Twitch o YouTube. ¿Pero quién hay detrás de este proyecto tan ambicioso, con un capital social de dos millones y medio de euros?
Detrás está la sociedad Producciones Audiovisuales Hispania SA, creada el pasado junio y que septiembre registró la marca 7nn. Los accionistas son los hermanos José y Jaime Alonso García, ambos miembros de la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF), y el asistente de Vox Jaime Alonso Gila. De hecho, Jaime Alonso fue vicepresidente y portavoz de la FNFF y ha llegado a decir que la dictadura "sólo fusiló a 23.000", una cifra que considera "ridícula". También ha hecho importantes donaciones al partido de Santiago Abascal. Como si fuera un filántropo del franquismo, ahora financia una cadena de televisión ultraconservadora. Una tendencia que se observa también en sus caras más visibles.
Si el panorama de los periódicos digitales conservadores está revolucionado, más lo está el panorama audiovisual
Uno de sus rostros públicos es el historiador Fernando Paz, que presenta un programa cada noche. En su historial también consta haber sido patrón de la FNFF y candidato frustrado de Vox al Congreso por Albacete. Tuvo que renunciar porque incluso era incómodo para Vox. Participante de actos de Falange, Hogar Social Madrid y del partido neonazi Alianza Nacional, Paz es negacionista del Holocausto (él dice "poner en contexto" y que "no se ha establecido con precisión lo que realmente pasó"). Desde las tertulias de la extinta Intereconomía defendió que, si su hijo dijera que es gay, lo llevaría a "terapias para reconducir su psicología". De hecho, el proyecto de 7NN se ha forjado a partir de Intereconomía. También forman parte su exdirector general, Marcial Cuquerella; el exdirector de El Telediario de la cadena, Luis Losada, o el exportavoz de la asociación ultraconservadora HazteOir, Javier Villamor. Hay quien los sitúa también en torno a El Yunque, organización secreta ultraderechista nacida en México. La nueva cadena promete ser "la televisión que estaban esperando".
No es el único proyecto entre bambalinas. El exdiputado de Ciudadanos y expresidente de Coca-Cola en España, Marcos de Quinto, también lideraba un proyecto de televisión, La Séptima. De Quinto representaba el ala más derechista de la formación; de hecho, lo dejó por la reticencia de Inés Arrimadas a aliarse con el PP y la extrema derecha de Vox. Pero la iniciativa televisiva, que decía haber captado más de cien millones de euros de inversores, está en el aire. De Quinto la abandonó, por discrepancias con otro de los tres socios, Juan Francisco Zambudio, propietario del Grupo Empresarial Televisión de Murcia. Zambudio dice que sigue adelante con La Séptima. Y, paradójicamente según The Objective, el ex de Ciudadanos, junto con el tercer socio Félix Revuelta (propietario de Naturhouse) sgue adelante con los planes de montar una tele, aunque no sea La Séptima.
Habrá que ver cómo acaba este culebrón empresarial. Sea como sea, es una buena muestra del dinamismo. La derecha y extrema derecha mediática se están reorganizando, están en ebullición, para declarar la guerra cultural --y también la guerra sucia-- a la izquierda y el independentismo desde las trincheras más ultras.