Nuevo verano caliente en Vox. En julio del año 2022, Macarena Olona abandonaba la formación liderada por Santiago Abascal, el año siguiente, en agosto, Iván Espinosa de los Monteros, peso pesado de la formación, seguía el camino de salida de Olona y este verano, después de que Vox decidiera romper los acuerdos a los gobiernos autonómicos con el PP hay nuevas deserciones al partido de extrema derecha. El hecho de que los de Abascal se hayan apuntado al grupo europeo de Viktor Orbán y Marine Le Pen, los Patriotas por Europa, ha hecho crecer los nervios entre los más liberales de la formación, que han expresado su desazón por|para la deriva cada vez más ultra de Vox.
Cinco de los doce consejeros de Vox, no han abandonado sus cargos
Los más críticos con la manera de hacer de Santiago Abascal afirman, en declaraciones a El Confidencial, que la moral al partido está por el suelo después de que se rompiera con el PP, mientras que desde la cúpula de la formación restan importancia a las deserciones consecuencia de la ruptura de los acuerdos de gobierno a Castilla-León, el País Valencià, Aragón, Murcia, Extremadura y Baleares. Por ahora, cinco de los doce consejeros de Vox en los diferentes gobiernos autonómicos se han negado a abandonar sus cargos, desobedeciendo las instrucciones del partido, y han dejado el partido. Hay también quien ha abandonado el gobierno, como es el caso de la exconsejera de Justicia e Interior del País Valencià, Elisa Núñez, que al mismo tiempo dejado también VOX cargando contra la formación por su deriva radical. Desde la dirección dan por hecho que los próximos días habrá más bajas, pero insisten en que son irrelevantes ante la unidad, dicen, que hay al partido.
Los críticos, contra la cúpula de Abascal
Con todo, los críticos sostienen que Vox cada día que pasa está peor y culpan al núcleo duro de Abascal. Aseguran que no es tanto un problema de ideas políticas, que también, como de organización y de toma de decisiones, donde no se tiene en cuenta lo que piensan los cuadros del partido. Como ha pasado, aseguran, con la ruptura con el PP. Un giro de guion que califican de suicidio para la formación. Hay quien apunta, incluso, que la dirección tiene sometidos los cuadros del partido a un régimen del terror y no pueden hacer nada si no lo autorizan desde Madrid. Todo eso en un contexto en que desde las filas de la formación de extrema derecha se ve con temor los movimientos de Alvise Pérez, que ya ha confirmado que tiene intención de presentarse a las elecciones españolas después de su éxito a los comicios europeos.
De los cerca de 200 cargos que tenía Vox en los gobiernos de Castilla-León, el País Valencià, Aragón, Murcia, Extremadura entre directores generales y otros cargos públicos, una mayoría han seguido las instrucciones de la dirección, si bien algunos directores generales han recibido la autorización para mantenerse para tratarse, según el partido, de cargos técnicos y no políticos. Quien no ha abandonado su cargo es el presidente del Parlament balear, Gabriel Antonio Le Senne.