La consellera de Igualtat y Feminismes, Tània Verge, y la de Drets Socials, Violant Cervera, han enviado una carta al ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, para reclamarle que haga efectiva la modificación del reglamento de Extranjería que él mismo propuso hace unos meses.
Las conselleres han mostrado "estupor" por la paralización de la iniciativa, y por eso insisten en la "urgencia" de la reforma, ya que les permitiría desarrollar mejor las políticas de inclusión e igualdad social que les corresponden. A la carta, también piden al titular español de Migraciones que defienda los derechos de los menores, y le recuerdan que recientemente se han visto vulnerados por las expulsiones colectivas, objeto de denuncia de instancias estatales e internacionales, con alusión indirecta sobre todo a la crisis vivida en Ceuta.
Modificar la ley
En la misiva, las conselleres destacan que la reforma del reglamento de Extranjería recogía las demandas de la Generalitat y de las entidades sociales sobre los requisitos para obtener la residencia y el acceso al mercado laboral, y subrayan que son "factores fundamentales" para la inclusión en la sociedad. El Gobierno insta al ministro a actuar "en congruencia" con la propuesta de modificación acordada con la Generalitat y otros gobiernos autonómicos para facilitarlas las tareas de "promoción de la igualdad de oportunidades" entre los jóvenes.
Verge y Cervera subrayan que la reforma "permitiría a miles de personas migradas y, especialmente, a adolescentes y jóvenes sin referentes familiares en nuestra sociedad salir de la marginalidad". Uno de los principales puntos de la reforma es reducir los requisitos para que jóvenes extutelados y menores no acompañados puedan obtener el permiso de residencia y por lo tanto puedan labrarse su propio futuro sin tener que caer otra vez en la irregularidad una vez cumplan la mayoría de edad.
La promesa de Sánchez
A pesar de la propuesta de Escrivá para modificar el reglamento de Extranjería y las promesas de Sánchez en la UE para acoger a 800 refugiados afganos, el Gobierno permanece acodo en la deportación de los 800 niños llegados a Ceuta durante la crisis con Marruecos. Y es que el presidente Sánchez y el alcalde-presidente de la ciudad autónoma, Juan Jesús Vivas (PP), han llegado a un pacto para agilizar el retorno de los menores hacia Marruecos. En un encuentro en la Moncloa la semana pasada, Sánchez prometió a Vivas reanimar a los niños "con la brevedad mayor posible".