En algún momento entre las 16.27 h del sábado 8 y la 1.18 h de la madrugada del domingo 9, La Vanguardia decidió reescribir de arriba abajo la crónica firmada por su corresponsal en Bruselas sobre la presentación del Consell per la República. El titular original "Puigdemont apela a la unidad del independentismo [...]" —colgado en la web a las 12.08 h—  pasó a ser, trece horas después, este: "Torra plantea la vía eslovena porque 'ya no hay marcha atrás' posible". El subtítulo de la primera crónica ("La CUP se desmarca del acto por considerar 'simbólico' el nuevo ente") dejó paso a este otro: "[Toni] Comín advierte que 'el tramo que nos queda será dramático'". La versión que publicaría el diario impreso del domingo sería la segunda.

A modo de anécdota, solo para ilustrar cómo de desapercibida había pasado hasta entonces la invocación de Torra a la "vía eslovena", cabe decir que el corresponsal de La Vanguardia no la menciona en los tuits que publica mientras está en el acto. Un tuit es para una frase de Comín y el resto son fotos de las actuaciones musicales. Un subdirector de El País, excorresponsal en Bruselas, leyéndole los tuits, le comenta, de buen humor: "Cómo te lo pasas". El de La Vanguardia responde: "Y no me duele el dedo :)". Debe ser una broma privada.

Portada bomba

La portada de aquel domingo era la bomba: "Torra avala la vía eslovena, a pesar de su violencia", abría al titular principal. Debajo, dos destacados. "El presidente asume las consecuencias de una ruptura como la de Eslovenia y Yugoslavia, que causó decenas de muertos," decía uno. La frase de Toni Comín era el otro. Al lado, un recuadro: "Los CDR cortan la AP7 y los Mossos no intervienen". Debajo, el título de la crónica dominical de la directora adjunta: "El Gobierno se 'cuperiza'".

Al contextualizarla gráficamente con en el corte de la AP-7 y la "cuperización", La Vanguardia hizo entender la "vía eslovena" de Torra en el sentido de que promovía una independencia con muertos o que llamaba a la insurrección. Así lo entendió mucha gente leída, tanto los que tildaban al diario de "manipulador" y "miserable", como los que, creyéndoselo, se llevaban las manos a la cabeza, escandalizados. La Vanguardia todavía tiene crédito. La portada había sido un shock. Las redes sociales ardían.

No solo las redes. La primera del domingo de La Vanguardia sería el desprendimiento inicial de un alud político y mediático que ha acabado —si es que ha acabado— con las severas cartas de la vicepresidenta y dos ministros españoles a sus homólogos catalanes, donde flota la posibilidad de que el Gobierno asuma el control de los Mossos d'Esquadra y que incluso inicie el procedimiento para volver a aplicar el artículo 155. Con el telón de fondo del controvertido consejo de ministros que el Gobierno quiere celebrar en Barcelona el próximo día 21 y la incertidumbre sobre la reacción del mundo indepe en la calle.

Portada oportuna para Sánchez

El estruendo político que ha provocado la portada en dos días es colosal. La bola sobre la "vía eslovena" ha sido muy conveniente ha para el presidente español, Pedro Sánchez, y su gobierno, que no han hecho más que añadir leña a ese fuego: los Mossos, los disturbios... Ya ha convocado un plenario monográfico sobre Catalunya este miércoles en el Congreso. El PSOE no descarta otro 155. El PP quiere que el ministerio del Interior asuma el control de los Mossos por decreto. Ciudadanos habla de "la vía de los muertos" de Torra y de que Catalunya "estamos cerca del enfrentamiento físico". Ada Colau considera a Torra un "irresponsable". Incluso ERC se ha desmarcado del president y habla de una "vía catalana" basada en el "civismo, el pacifismo y la democracia", como queriendo decir.

El presente político de Sánchez es, pues, una guerra abierta dentro y fuera del PSOE. La portada, conveniente, le sirve de escudo. Presenta a Torra como un fanático, cosa que le permite deshacerse de él y fabricar un relato alternativo, digamos "más 155" (mira el titular de hoy de La Razón), para desmentir la presunta indulgencia con el independentismo de la que le acusa la oposición, y tranquilizar a los barones de su partido, que no quieren pagar los platos rotos en las elecciones autonómicas y municipales de mayo que viene —como dice Susana Díaz que le ha pasado a ella en Andalucía.

Se engancha 'El País'

Por emulación —o por inducción—, a la portada de la cabecera del Grupo Godó se enganchó este lunes 10 El País, el diario más próximo al Gobierno. "Torra desata la indignación al invocar la vía violenta de la secesión eslovena", decía su titular de portada. Hoy martes, se han sumado al carnaval esloveno el resto de diarios salvo ABC, que desde hace unos días le lleva la contraria a todo el mundo. También la Guardia Civil se ha añadido a la fiesta muy oportunamente, al filtrar que ya había entregado varios informes sobre la "vía eslovena" del proceso (en realidad, "el informe" atribuido "a la Generalitat" no es más que un resumen frío, estilo Wikipedia, de los hechos en torno a la independencia de Eslovenia).

El único que hasta este martes por la mañana no ha dicho ni mu es el mismo president de la Generalitat, que el domingo por la noche se encerró en Montserrat para ayunar 48 horas en solidaridad con los presos políticos en huelga de hambre.

El origen de todo es La Vanguardia, único diario que el domingo dio relieve e interpretación a la "vía eslovena" de Torra. Ningún otro lo hizo. ¿Por qué? Quizás no les interesó. Quizás querían esconder el primer contacto "de estado" de la Generalitat. Quizás les sonaba como una más de las expresiones, digamos intensas o desmesuradas, a las que Torra tiene tendencia. Quizás entendieron que ni la trayectoria de Torra —ni la del independentismo catalán actual— permitían entender la alusión a la "vía eslovena" más que como un ejemplo de determinación y perseverancia para conseguir la secesión.

Misterio irresoluble

El misterio irresoluble es por qué La Vanguardia y El País se dieron cuenta tan tarde. Torra había hecho el elogio de la "vía eslovena" dos días antes del acto de Bruselas, al llegar en visita oficial a Liubliana, capital de Eslovenia, el viernes día 6. Aquel día, a las 10.33 h, la Agència Catalana de Noticíes (ACN) ya informaba de que "Torra ha agradecido" la 'simpatía' del pueblo esloveno. 'Supo determinarse, ser libre y nos marca el camino a todos nosotros', ha concluido". A las 17.12 h lo hacía la agencia pública Efe, en catalán: "En este contexto [Torra hablaba de la imposibilidad de reformar la Constitución, el ascenso del anticatalanismo, etcétera], "la vía a seguir es la eslovena, la de la libertad", ha añadido Torra en alusión al proceso de independencia de Eslovenia respecto a Yugoslavia en 1991, que incluyó un breve conflicto bélico".

En ambos casos, la invocación a la "vía eslovena" no era el titular.

En las 17.24 h, la cuenta de Twitter del Govern hizo este tuit:

Nada. Tampoco entonces La Vanguardia ni El País hicieron caso de las referencias de Torra a la "vía eslovena" en sus ediciones del viernes 7. El diario barcelonés publica tres columnas al pie de la página 21, sin mencionar la "vía eslovena" ni la alusión de Efe al "breve conflicto bélico". No les llamó la atención. Menos todavía a El País, que solo anuncia que Torra ha decidido hacer un ayuno de 48 horas.

El Gobierno tampoco había dado relieve alguno al periplo de Torra. De hecho, Efe informaba que "la portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, ha indicado [en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros] que el presidente [...] Pedro Sánchez mantiene su intención de reunirse con el presidente catalán, Quim Torra, el día 21 en Barcelona, porque es 'habitual en estos casos' cuando un Consejo de Ministros se celebra fuera de Madrid". Todo normal. Todavía sin interferencias eslovenas.

El día D

El sábado 8, día de la presentación del Consell per la República en Bruselas, las ediciones impresas de La Vanguardia y de El País tampoco mencionan nada de la "vía eslovena", aunque la cosa ya corría por las redes sociales desde el día antes. Algunas réplicas al mencionado tuit del Govern recordaban críticamente que la "vía eslovena" incluía la Guerra de los Diez Días, provocada por el ejército federal yugoslavo, que dejó más de 60 muertos al oponérsele la policía eslovena. A la conversación se añadieron algunos de los  periodistas de estos diarios y varios miembros del kommentariat, llamémosle constitucionalista, insinuando que Torra es indiferente a los muertos, un loco o, en el mejor de los casos, un imprudente. La conversación en las redes se calentaba.

La información de la ACN sobre el acto de Bruselas de aquel mismo día entra a las 13.36 h. El título va por Puigdemont. El subtítulo por Comín. A Torra le dedican medio cuarto párrafo y el quinto, 101 de 583 palabras. Es el mismo contenido que estos dos tuits hechos unos minutos antes por la cuenta oficial del Govern. Aquí aparece la declaración más clara sobre la "vía eslovena":

A las 15.00 h del día 8 entra el despacho de Efe en catalán. Se trata de una pieza de 730 palabras en 20 párrafos donde el protagonista es el discurso de Carles Puigdemont pidiendo unidad al independentismo. A Torra se le dedican los párrafos 14º y 15º (71 palabras, el 9,7% del total): "[...] Quim Torra, en un discurso más breve que el de Puigdemont, ha llamado a 'hacer efectiva' la autodeterminación que los ciudadanos apoyaron el 1 de octubre y ha cargado contra la 'represión' que a su parecer ejerce el Estado español en Catalunya". Es todo. Cero "vía eslovena".

Efe es la principal fuente —en muchísimos casos la única— del 95% de los diarios, radios y digitales de España. En consecuencia, estos medios no supieron nada de la "vía eslovena" de Torra hasta que La Vanguardia vino a despertarlos, una vez el diario barcelonés cayó en la cuenta, con casi 72 horas de retraso, que la deriva de Torra por la "vía eslovena" era tan conveniente.