Bruselas se ha convertido en uno de los puntos clave de la política catalana después de que el presidente Puigdemont y parte del Govern se hayan trasladado allí. El pasado domingo, una manifestación multitudinaria tuvo lugar en la capital de Europa y ahora las entidades independentistas —la ANC y Òmnium Cultural— han convocado otra, el 7 de diciembre, coincidiendo con el comienzo de la campaña electoral.
En los últimos tiempos, muchos catalanes se han acostumbrado a desplazarse hasta Barcelona para asistir a la mayoría de manifestaciones, pero evidentemente viajar hasta Bruselas es otra historia. Por eso, El Nacional ha elaborado una guía práctica para desplazarse hasta Bélgica con los recorridos, los precios y los mejores lugares que visitar en la ruta.
¿Cómo ir a Bruselas en coche?
Una de las mejores opciones (y más económicas) es llegar en coche. Desde Barcelona hasta Bruselas hay tres rutas principales: la más rápida y que representa menos kilómetros es el recorrido que pasa por París (1.346 kilómetros) a través de la A-75; después hay dos alternativas por Lyon: una que pasa por el nordeste de Francia en la A-31 (1.369 kilómetros) y otra por Luxemburgo y la A-9 (1.404 kilómetros).
Tomando el consumo de un vehículo medio y cogiendo la primera de las rutas, según los cálculos de la Vía Michelin, el coste total de ida y vuelta en coche sería de 323,40 euros, de los que 180€ corresponden a peajes, un coste elevado pero que puede ser razonable si se viaja con cuatro o cinco personas.
Para viajar en coche, especialmente en largos recorridos como este, es importante recordar que hay que hacer un paro cada dos horas para descansar y que se tiene que viajar a buena temperatura e hidratado. Por otra parte, también es importante tener en cuenta la velocidad máxima en las carreteras: en Francia el máximo permitido son 130 km/h, mientras que en Bélgica el límite es el mismo que en Catalunya: 120 km/h, una cuestión a tener en cuenta especialmente si se considera que Bélgica y Francia son los países con más radares de Europa.
¿Cómo llegar a Bruselas en tren?
Una alternativa es ir en tren. En este caso, el tiempo es más reducido: 9 horas y 20 minutos aproximadamente. Se puede ir a través de Lyon o París con el ferrocarril SNCF, con un cambio de tren en estas estaciones. El tren sale de Barcelona-Sants y llega a la estación de Bruselas Midi, situada en el sur de la capital de Europa. El coste total de esta opción es de más de 400 euros por persona.
¿Cuánto cuesta ir en avión?
El avión es la opción más rápida pero tampoco es económica. El coste de los vuelos a Bruselas puede variar mucho según el momento en que se decida realizar el viaje: con precios de las 14h de este martes se podían conseguir por menos de 200 € de ida y vuelta siempre que se optara por hacer el viaje de ida el mismo día 7.
El vuelo más barato (195 €) era el vuelo de Lufthansa a las 6 de la mañana en El Prat y con vuelta al día siguiente, el día 8, a la misma hora. Ahora bien, si se opta por ser más prudente y llegar el día antes, los precios subían sustancialmente: el coste ascendía a más de 400 euros. En este caso, la combinación más económica era un vuelo de Brussels Airlines por 429 €. Eso sí, el trayecto es mucho más corto: sólo dos horas y diez minutos, a los que hay que sumar los tiempos de desplazamientos y de los controles en los aeropuertos.
Aparte de los vuelos directos a Bruselas, también existe la opción de ir a un aeropuerto cercano: Lille, en la frontera de Francia con Bélgica; o bien Bruges y Amberes (Flandes). Estas ciudades están conectadas por ferrocarril con Bruselas con un trayecto de aproximadamente una hora. La compañía TUIfly ofrece tres vuelos a la semana entre Brujas y Amberes y la capital catalana: miércoles, viernes y domingo.
¿Qué visitar?
El trayecto hasta Bélgica se puede hacer muy largo. Si se viaja en coche, es recomendable hacer un paro cada dos horas, lo que puede convertirse en la excusa perfecta para hacer a una visita rápida. Perpinyà, Montpeller, Avinyó, Lyon, Besiers o incluso París pueden ser algunas paradas recomendables.
En Perpinyà se puede ver el Castellet, antigua prisión que hoy acoge el Museo Catalán de las Artes, la Lonja de Mar y el castillo de los Reyes de Mallorca. En Montpeller se puede hacer una visita por el centro histórico y dar un paseo por la plaza de la Comedie. Por lo que se refiere a Aviñón, es imprescindible detenerse en su puente medieval y en las murallas de la ciudad, todo un conjunto monumental que forma parte del patrimonio mundial de la UNESCO.
En Lyon, una buena pausa puede ser un paseo por el centro, con la basílica de Notre Dame de la Fourvière y los restos arqueológicos de la zona como principal atractivo de la ciudad. Por su parte, Besiers es conocida por sus restos medievales, como su puente y el castillo.