Los presos políticos de Junts se han subido este viernes a las 6 de la mañana al avión que les ha llevado a Bélgica, donde este mediodía se reunirán con el president Carles Puigdemont y los consellers en el exilio. Es la primera vez que atraviesan la frontera desde que la pasada semana el Consejo de Ministros aprobó su indulto.
El viaje de Jordi Sànchez, Quim Forn, Jordi Turull y Josep Rull a Bruselas ha representado sensaciones diferentes para cada uno.
"En Soto del Real, donde pasaban muchos aviones y helicópteros, para mí, la libertad era coger un avión y lo comentábamos con los compañeros del patio: 'Lo primero que haré será coger un avión'. Pues cogemos un avión para ir a ver al president y a los consellers", explica el secretario general de Junts, Jordi Sànchez.
En cambio, para Quim Forn, a pesar de la satisfacción de reencontrarse con sus compañeros de Govern, el de hoy también ha sido el primer avión después del regreso de Bruselas el 1 de noviembre del 2017, lo cual le ha obligado a revivir el episodio que sufrió aquella noche, cuando fue asediado e increpado por grupos de españolistas. "Un recibimiento especialmente desafortunado y duro", recuerda.
La ruptura con la estricta rutina penitenciaria que están viviendo desde que la semana pasada salieron de la cárcel es otra de las sensaciones que están experimentando y que hoy ha resultado especialmente destacable.