Todos los diarios, salvo El Punt Avui, abren con la confusión de la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, más conocida como la ley del "solo sí es sí". Ha sido impulsada desde el Ministerio de Igualdad que encabeza Irene Montero, de Podemos. La ley fusiona dos delitos —agresión y abuso sexual— en uno solo y desnaturaliza, en opinión de muchos juristas, un criterio clave a la hora de interpretar el delito: la existencia o no de violencia explícita (hacer daño a la víctima) o implícita (amenazarla con ella). Con la nueva ley, tanto la persona que toca a otra en el metro como quien la viola en el mismo metro serían juzgadas por el mismo delito. Eso obliga a ensanchar la horquilla de penas, porque deben castigarse diferente comportamientos diferentes. El resultado es que delitos graves acaban menos penados. Así pues, la nueva ley ha acabado beneficiando a condenados por agresiones más graves. El balance de su aplicación es descorazonador. Hasta este lunes, se ha reducido la condena o excarcelado a 338 agresores.

El PSOE ha decidido tomar la iniciativa de modificarla para endurecer las penas, aunque se aprobó no hace ni medio año, y a riesgo de encabronar a su socio de gobierno, Podemos. Al PSOE, que electoralmente está más apurado que un disidente en Moscú, le asusta que el escándalo le pase factura las próximas elecciones. Agresores excarcelados, reducciones de condenas, jueces y fiscales fastidiados y una gran dificultad política y mediática. De todo eso, sobre todo, hablan las portadas de este lunes, de las consecuencias políticas de la aplicación de la nueva ley.

Este enfoque deja de lado el efecto más grave de la chapuza jurídica: que se ha reabierto el dolor de muchas víctimas y ha aumentado la inseguridad de millones de mujeres. ABC señala a Irene Montero, responsable última del pitote, con una fotografía a toda plana en que se la ve con ademán entre irritado y asustado. La Vanguardia destaca el enfrentamiento entre socios del gobierno español. También El Mundo, El Periódico, Ara, La Razón... El Mundo publica una foto cortante, donde se ve a Ángela Rodríguez Pam y a Victoria Rosell, mano derecha y mano izquierda de Montero, con cara funeraria de quien no ha dormido desde hace tres días. Pero no son estas, sin embargo, las protagonistas reales de todo el enredo, sino las mujeres que hoy se sienten más desprotegidas que antes de la flamante Ley de Libertad Sexual.

Ahora ya es patente que se legisló con prisa y sin escuchar el criterio de los expertos y de los técnicos. La misma sospecha persigue otras leyes promovidas por el Ministerio de Igualdad, como la discutidísima "ley trans" que —como la del "solo sí es sí"— se tramita con urgencia y fuertes críticas de colectivos feministas, familias y psiquiatras, que no se sienten escuchados. Probablemente, sin embargo, los diarios se harán un festival político —de hecho ya es así— de enfrentamientos entre los socios en el gobierno central en perjuicio de las víctimas reales de este cisco ideológico y legal.

La Vanguardia
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El Periódico
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El Mundo
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