Se metió en política porque quería llegar a ver la independencia. Ahora Víctor Cullell (Barcelona, 1976) se encuentra en el lugar y el momento adecuados: es el nuevo secretario del Govern que tiene que llevar Catalunya al referéndum. Sustituye a Joan Vidal de Ciurana, de carácter muy similar al suyo. No es el cargo que había soñado, pero los que lo conocen dicen que lo ha aceptado "por disciplina, porque es un patriota convencido".
Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Barcelona y MBA por BES La Salle - Manhattan College. Ha ocupado ya varias posiciones en la administración catalana, como la de jefe de gabinete de relaciones institucionales de la Oficina del President, con Artur Mas, o director general de Análisis y Prospectiva del Departament de la Presidència. Actualmente ocupaba el cargo de secretario para el Desarrollo del Autogobierno. Es un fontanero. Con los años, dicen, ha aprendido de quien se puede fiar y de quien no.
Se ha forjado entre bambalinas, en la fontanería de la Generalitat. No aspira a tener un cargo electo. Sin embargo, las personas que lo conocen están convencidas de que no le importaría dar la cara si fuera necesario. Pero detrás está mejor que delante. "Es una persona muy ordenada, un cerebro," dice un alto cargo de la Generalitat que ha trabajado cerca de él. "Tiene un conocimiento profundo de la administración. No había tantos nombres para sustituir a Joan Vidal de Ciurana, y él era uno de ellos", añade.
Es uno de las personas que ha pilotado todo el proceso de transición nacional, convirtiéndose en uno de los hombres de Carles Viver Pi-Sunyer, hoy presidente del Instituto de Estudios del Autogobierno. Formó parte del Pacte Nacional pel Dret a Decidir y fue secretario del Consell Assessor per a la Transició Nacional, órgano que presidió Viver Pi-Sunyer, exvicepresidente del Tribunal Constitucional y uno de los cerebros del actual proceso soberanista. "No hay ninguna duda de que es un independentista de toda la vida", dicen personas próximas a Cullell. "Es como Puigdemont: se lo cree".
Empezó su militancia política desde bien joven en la JNC más independentista, pero quienes han estado a su lado no le consideran aparatchik. También ha trabajado en el sector privado. Estos días que algunos planteaban dudas, empezando por el exconseller Jordi Baiget, Cullell decía a su gente más próxima: "Entré en la JNC hace veinte años para separar Catalunya de España, para hacer la independencia. Estamos donde queríamos estar, donde yo siempre había querido estar. Ahora no puedo tener miedo".
Presidió la agrupación del Partit Demócrata -y antes Convergència- en el distrito de Gràcia. Se le ha situado siempre en el núcleo duro de Artur Mas, que es cierto, pero ha sido más próximo a Francesc Homs, que creó un 'pinyol' de gente joven, en el que hay también gente de la misma generación como Jordi Cuminal, hoy diputado por Junts pel Sí, tan sólo un año más joven que Cullell.
Está casado y tiene una hija, que se llama Glòria. Es católico practicante, de donde ha sacado la disciplina. Quienes le conocen dicen que es un gran jugador de pádel. Como en política, sabe que se tiene que jugar cada punto para ganar el partido. Y que la técnica a menudo es muy importante.