La Estaca, de Lluís Llach, ha cerrado la manifestación del independentismo en Madrid contra el juicio en el procés y que ha reivindicado los derechos humanos fundamentales.
Los asistentes el han coreado la letra de la canción, abrazados, mientras iluminaban la plaza de la Cibeles con las linternas de los teléfonos móviles. Les acompañaban, también encendidos, el ayuntamiento y edificio histórico de Correos de Madrid y la fuente de la Cibeles, que alternaban colores.
En conjunto, una imagen vibrante que ha culminado una movilización igualmente apasionada, que ha subido el tono con los parlamentos de las entidades y sindicatos organizadores desde el escenario.
Las entidades han destacado la unidad de "todos los pueblos de España" en defensa de la soberanía. La manifestación, que ha reunido a 120.000 personas según la organización, ha llenado el paseo del Prado de la capital española.
El vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, lo ha presentado como uno "digo de contención" contra la intolerancia y contra el odio: "Si señor fiscal, somos un muro humano de hombres y mujeres que gritan que 'no 'pasarán'.
La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, y representantes de entidades de ámbito estatal, han destacado que uno de los grandes éxitos de la marcha es la demostración de unidad de "todos los pueblos de España" en defensa de la soberanía. "A pesar de no compartir la independencia respetad que tengamos la libertad para decidirlo en Catalunya. ¡Gracias para decirlo"!, ha exclamado la líder de la ANC.