El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha convocado una videoconferencia esta tarde con líderes europeos para hablar de la situación a Ucrania. La Casa Blanca ha hecho pública una nota en que se detalla que participarán en la llamada al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente italiano, Mario Draghi, y el presidente de Polonia, Andrzej Duda, además de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Aunque participarán en la videoconferencia los representantes políticos de Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia y Polonia, ha llamado la atención que a la cita no se ha convocado al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. Y eso, a pesar de que en las últimas horas el político socialista ha hecho lo imposible por mostrar su voluntad de participar en las conversaciones diplomáticas para detener la escalada de tensión en Ucrania.
Desde La Moncloa se ha ido detallando el nombre de cada uno de los dirigentes políticos con los que ha hablado e incluso se ha hecho público un vídeo en el que aparece durante el fin de semana conversando por teléfono sobre la crisis de Ucrania desde su despacho, en mangas de camisa.
Si las últimas horas el vídeo de Sánchez hablando con un teléfono fijo —con una escenografía tan supuestamente esmerada que raya el ridículo— ha desbordado Twitter, la nota de la Casa Blanca anunciando una concurrida reunión en la cual no se había pensado en Sánchez ha acabado de remachar el clavo. "Es el momento de la diplomacia", advertía el jefe del ejecutivo el sábado a través de un tuit. Pero la diplomacia no parece contar demasiado con él.
El presidente español había hecho público a lo largo del fin de semana que ha hablado con Charles Michel, Von der Leyen, Stoltenberg, así como con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, el primer ministro de Letonia, Egils Levits, y el alto representante de la política exterior de la UE, Josep Borrell.
Además, este sábado la fragata Blas de Lezo ha zarpado hacia el mar Negro para integrarse en una de las agrupaciones navales de la OTAN, lo cual ha provocado también diferencias entre los socios de Gobierno.
No obstante, con Biden la cosa no acaba de cuajar. Ya lo pudo constatar el presidente Sánchez el pasado mes de junio cuando desde La Moncloa se anunció un encuentro con Sánchez en el marco de una cumbre de la OTAN, que acabó convirtiéndose en un breve saludo durante un paseo de 20 metros del mandatario americano para trasladarse de una reunión a otra.