Hoy hace un año que Carmen Lamela, jueza de la Audiencia Nacional, enviaba a prisión a nueve consellers del Govern.
Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Turull, Raül Romeva, Dolors Bassa, Josep Rull, Meritxell Borràs, Carles Mundó y Santi Vila comparecieron en la Audiencia Nacional. Entraron en tres bloques. El primero, Oriol Junqueras; media hora más tarde, todo el bloque de los consellers independentistas, y el último fue Santi Vila, que había dimitido justo antes de la declaración de independencia del 27 de octubre. De hecho, fue el único que hubiera podido eludir la prisión porque le impusieron una fianza, pero decidió pasar una noche. Dijo que lo hacía por solidaridad con sus compañeros.
A excepción de Oriol Junqueras y Joaquim Forn, todos los consellers salieron en libertad al cabo de un mes, cuando el caso ya estaba en el Tribunal Supremo. En marzo, sin embargo, cuando anunció los procesamientos, el juez volvió a hacer encarcelar a los acusados de rebelión.
Las declaraciones duraron toda la mañana y el fiscal pidió hacer una vista al final de todo para pedir medidas cautelares. A diferencia del caso de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, los consellers no pudieron salir a comer.
Hoy, por primera vez, se pueden visionar las declaraciones enteras. Los vídeos forman parte del sumario del 1-O. Los consellers sólo responden a las preguntas de sus abogados y hacen declaraciones cortas negando la violencia y la malversación. A excepción de Santi Vila, que se desahoga durante media hora.
Jordi Turull
Delante de Turull está la jueza Carmen Lamela. A su izquierda, los dos fiscales, el que está de cara a la cámara es el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo. Y a la derecha está el abogado de la defensa, en este caso, Jaume Alonso-Cuevillas. El fiscal está gran parte de la declaración mirando el móvil y la jueza tomando notas sin mirar a Turull en ningún momento.
Turull niega la violencia y denuncia el poco tiempo que han tenido desde que recibieron la querella hasta la citación.
Josep Rull
Josep Rull defiende sus ideales desde una posición "radicalmente pacífica".
Meritxell Borràs
Meritxell Borràs declara y explica que ni tan sólo ha tenido tiempo de recibir la citación ni preparar la comparecencia con su abogado. Como el resto, se declara una persona "dialogante y de paz".
Raül Romeva
Raül Romeva declara justo después de Oriol Junqueras. Responde a las preguntas los abogados de la defensa. Es una de las pocas declaraciones donde Carmen Lamela está atenta y mirando constantemente al acusado.
Romeva explica que recibe la notificación en menos de 24 horas y que tiene un conocimiento "superficial" de lo que se le acusa.
Dolors Bassa
Dolors Bassa explica que nunca ha incitado ningún movimiento violento ni tumultuario. "Mis principios son contrarios a cualquier violencia. No he participado ni he promovido la violencia. Al contrario, siempre el pacifismo".
Carles Mundó
Carles Mundó responde a las preguntas de todas las defensas, también la de Santi Vila. Su declaración se alarga un poco más que las otras, porque se desahoga más en las respuestas. Mundó niega la violencia y denuncia el poco tiempo para conocer "el detalle y el fondo de la querella". Carles Mundó también explica que mientras fue conseller de Justícia no participó nunca en actos en contra de los poderes públicos ni escarnios porque lo veía "incompatible con el cargo institucional".
Niega también el delito de malversación con detalles sobre las partidas que había previstas para el referéndum.
Santi Vila
Santi Vila declara durante 40 minutos y se desmarca en todo momento del resto de miembros de Govern.
El fiscal fue implacable. Pidió prisión incondicional para todos ellos. A Santi Vila le impuso una fianza de 50.000 euros para eludir la cárcel. Andreu van den Eynde, Jaume Alonso-Cuevillas y Pau Molins cogieron las defensas de todos ellos. Van den Eynde para los consellers de ERC, Cuevillas para los del PDeCAT y Molins para Santi Vila.
Inexplicablemente, les aplicaron la ley antiterrorista con la dispersión de los presos en diferentes prisiones de la Comunidad de Madrid. Lo que provocó una reacción rápida de los abogados. Una llamada antes de que algunos de los consellers llegaran a la prisión, establecida por Instituciones Penitenciarias, hizo reconsiderar esta opción y finalmente los llevaron a todos a Estremera. Eso provocó que algunos de ellos estuvieran más de dos horas en el furgón, esposados con las manos detrás y sin cinturón.