No es nuevo. Ya transcendió que durante las declaraciones de ahora hace un año tanto la jueza como el fiscal parecían estar más pendientes del móvil que de las declaraciones. Pero ahora lo podemos ver.
Uno de los momentos más impactantes de la vista posterior a las declaraciones, es cuando el fiscal pide las medidas cautelares y enumera uno a uno los nombres. La sala de vistas minúscula se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx donde están la jueza y la secretaria judicial, dos fiscales, tres abogados y nueve investigados.
El camarote de los hermanos Marx
En este vídeo se puede ver al fiscal, Miguel Ángel Carballo, pidiendo las medidas, incluso para Toni Comín que no compareció porque ya estaba en Bruselas con el resto de exiliados. Cantaba los nombres de una lista preestablecida anteriormente.
Rul, Turul y Bassà. Las dificultades de pronuncia del fiscal
A esta petición de penas le sigue la argumentación del fiscal, que alega riesgo de huida y de reiteración delictiva. A lo largo de su exposición sale del apuro como puede a la hora de llamar a los acusados por sus apellidos. Hemos hecho una recopilación.
Las contradicciones de los fiscales en el caso de Santi Vila
Dos fiscales argumentaron las medidas cautelares. En el caso de la prisión bajo fianza hay dos fórmulas: pagar para no entrar o pagar para salir. Primero pidieron la prisión eludible con fianza y después una fianza para salir de la prisión. Finalmente, fijaron 50.000 euros que si se pagaban aquella misma tarde, evitarían que Santi Vila entrara en prisión, pero Vila quiso entrar y pagar al día siguiente en solidaridad con el resto de consellers.
Sin mirar a los ojos y siempre con el móvil en la mano
A lo largo de las declaraciones hay diferentes momentos donde tanto la jueza como el fiscal ignoran a los acusados. Es el caso de Meritxell Borràs, que se marcha de la sala despidiéndose sin que ninguno de los dos reaccione.
En la declaración de Josep Rull, nada más empezar, Carmen Lamela pierde la atención. Y Jaume Alonso-Cuevillas para la declaración y le llama la atención.
Las "cobras" de Santi Vila
Santi Vila se desvincula de todos los preparativos del referéndum. Hasta el punto de que al final la jueza hace un cara a cara con él para saber cómo no advirtió si se había invertido en el referéndum desde la Generalitat. Vila esquiva como puede.