"Golpe de estado", "la peor de las dictaduras" o "atentado". La misma semana en que las cartas enviadas entre el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y su homólogo español, Mariano Rajoy, han derivado en que la Generalitat vea "vía libre" para la celebración del referéndum, la Moncloa no rebaja el tono e insiste en asociar su convocatoria a términos propios de la beligerancia contra el estado de derecho y los ataques a la democracia. Así lo habían hecho antes Rajoy y la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y también el portavoz del ejecutivo central este viernes.
Íñigo Méndez de Vigo ha asegurado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que de celebrarse el referéndum, se estaría incurriendo en un "atentado contra el artículo 1 y 2 de la Constitución", repitiendo hasta tres veces la palabra "atentado". Es la respuesta del portavoz tras ser preguntado sobre qué significaba que el ejecutivo estuviera dispuesto "a todo" para evitar la imagen de urnas en Catalunya, tal como explicaba el diario El País, y si eso también pasaba por la aplicación del 155 –como se supo hace meses sobre las competencias educativas–, o el uso de la fuerza.
De Vigo ha vuelto varias veces sobre el presunto borrador de la ley de transitoriedad, dándole validez –aunque el Govern lo ha desmentido. "Tenían un plan escondido en un cajón, como amenaza, si no se aceptaban sus condiciones", ha dicho sobre el fracaso de Puigdemont en la voluntad de llevar a cabo una negociación bilateral. Más tarde, ha afirmado que aprobar la hipotética ley sería "inconstitucional" e ir en contra, incluso, del Estatuto de Autonomía. "Saben ustedes que en España las competencias parten del Estado centralizado", ha expuesto sobre la norma de autogobierno autonómica.
En ese sentido, fuentes del ejecutivo central aseguran que "no se irán de gin-tonics" en agosto, si es que Junts pel Sí habilita el Parlament para que pueda aprobar las leyes dirigidas al referéndum. Es decir, se espera que estén pendientes de qué hace el Govern catalán para poder aplicar las medidas que crean oportunas para pararlo. Nadie concreta, sin embargo, cuáles serían estos procedimientos "proporcionales", como se repite desde la Moncloa hace meses.
El portavoz gubernamental ha dedicado buena parte de su discurso inicial a releer la carta de Rajoy a Puigdemont. Al respecto, ha instado al president de la Generalitat a mantener el "sentido institucional". "Es presidente de todos los catalanes, no sólo de una facción", ha dicho, tras el fracaso de las misivas respectivas. Así las cosas, fuentes cercanas al gallego creen que la interlocución continuará de forma fluida y no quieren revelar si se esperan más encuentros en secreto, o llamadas al más alto nivel. "Si son secretas no se pueden decir", bromean.
Si bien, en la Moncloa creen que ya habrían hecho todo aquello que está en sus manos, como invitar a Puigdemont a debatir en en el Congreso el referéndum. "Es la vía democráticamente establecida" ha dicho De Vigo, insinuando la posibilidad de una reforma constitucional. "Sólo la Biblia fue hecha para durar para siempre", ha ironizado, aunque en el Parlamento español hay una mayoría unionista de Partido Popular, PSOE y Ciudadanos que impide toda reforma en ese sentido.
El ejecutivo aprovecha ya dos evidencias para forzar al ejecutivo catalán a renunciar al referéndum. La primera, el presunto descenso del soberanismo, en virtud de una encuesta publicada en el diario El País. "Hay una mayoría de catalanes que cree que el Govern está en manos de los secesionistas y los radicales de la CUP". La segunda, las palabras del presidente del Cercle d'Economia, sobre hacer ofertas a la Generalitat ante el conflicto soberanista. "Es bueno que algunos sectores le digan a Puigdemont eso, nosotros ya nos hemos movido. Estamos dispuestos a dialogar con luz y taquígrafos", en el marco constitucional, ha insistido.
El PSOE "plurinacional", con Rajoy
Frente la consecución de la hoja de ruta, De Vigo espera el apoyo de Pedro Sánchez para llevar a cabo acciones oportunas -aunque Rajoy no le ha felicitado aún-. "El PSOE defiende la integridad territorial, y de la Constitución emanan todos los poderes del Estado", afirmó el portavoz. Al respecto, ha cargado contra el proyecto "plurinacional" de Sánchez, que pasa por la reforma de la Carta Magna. "Importa la claridad. El PSOE ha gobernado más de una vez en España y tuvo una participación muy importante en la redacción del texto constitucional y el artículo 1 y 2", ha cerrado, instándole a clarificar su postura.