Parecía que la llegada de la consellera Meritxell Ruiz a Ensenyament, acompañada del nombramiento de su homólogo Íñigo Méndez de Vigo en el Ministerio, superaría la electricidad del tándem entre Irene Rigau y José Ignacio Wert. No ha sido así, y la relación entre la Generalitat y Moncloa se calentó hace unos días cuando Ruiz envió una carta quejándose porque Catalunya era la única comunidad donde no se habían pagado las becas estudiantiles. La consellera quería conocer los motivos, pero De Vigo ha respondido a la duda este martes, denunciado que la culpa es de ella por "falta de respuesta" de un convenio.
"Catalunya y Andalucía son las dos únicas comunidades que gestionan sus becas, no podemos hacer la retribución de la parte fija sin convenio. El ministerio lo envió a finales de julio, y no nos respondieron hasta finales de octubre. Se tuvo que volver a negociar y hasta noviembre no se retornó. Fue la falta de contestación aquello que lo impidió. Nos falta la firma de la consellera" ha cerrado sobre la situación de más de 170.000 estudiantes. Así las cosas, con la Operación Diálogo de fondo, el ministro se suaviza con que tiene el "máximo interés" en cerrarlo pronto.
No piensa igual a la consellera. En la misiva, el Gobierno catalán recuerda que a finales de noviembre se hizo llegar al Ministerio de Educación, para su firma, el convenio de colaboración para la adjudicación y pago de las becas. No obstante, asegura que el miércoles pasado se recibió una nueva versión de este convenio, por lo cual "se retrasa todavía más su firma e imposibilita la tramitación de las resoluciones y el pago de las becas y ayudas al estudio correspondientes a los alumnos que cursan estudios en Catalunya", según hacía constar el texto al cual accedió El Nacional.
Este hecho ha permitido a De Vigo cargar contra el referéndum en el desayuno, acompañado de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y del ministro de Exteriores, Alfonso Dastís, quien hace unas semanas aseguró que la Unión Europea amparaba detenerlo. "Antes hablábamos de becas. Pido ocuparse de los problemas de la gente. Instar a una consulta ilegal es crear un problema a la gente. Es un nuevo 9-N", ha lamentado el ministro. Aquello que no ha respondido es la insistencia del moderador sobre cómo se parará éste: "La posición de este gobierno será la que ve, tranquilidad, diálogo," ha cerrado.