El exconseller Santi Vila ha pedido ayuda al Govern de Pere Aragonès en la causa que tiene abierta sobre las obras de Sixena y por la cual tuvo que depositar una fianza de 216.000 euros, y ha denunciado que el president Quim Torra rechazó echarle una mano en el pasado por "sectarismo".
En una entrevista en Rac1, Vila, que decidió dar un paso al lado siendo conseller del ejecutivo de Carles Puigdemont después del 1-O, ha explicado que no ha recibido ni asesoramiento jurídico ni apoyo económico por parte del Ejecutivo catalán, al contrario del trato recibido por otros excargos del Govern a los cuales el Tribunal de Cuentas reclama multas millonarias para promover el procés en el exterior.
Santi Vila está acusado de un supuesto delito de desobediencia por no entregar las obras del Monasterio de Sixena (Huesca) que se encontraban en el Museo de Lleida cuando era conseller de Cultura, como estipuló la justicia. "Nadie entiende que tengas un dolor de cabeza judicial que puede tener consecuencias penales y patrimoniales para defender los intereses del país y no te ayuden sencillamente porque ideológicamente piensas diferente", ha afirmado.
Seguramente habría alguna dificultad jurídica en resolver. Pero cuando se quiere, se resuelven. Ahora mismo el Govern ha arbitrado un mecanismo para ayudar a los implicados en el Tribunal de Cuentas", ha apuntado. Hoy por hoy, no obstante, ha explicado, "ningún funcionario ni miembro del Govern" lo ha llamado.
Apoyo de Puigdemont
Con todo, Vila, que ha destacado en varias ocasiones que el president Carles Puigdemont sí que daría apoyo a sus demandas, ha querido valorar que el actual Govern tiene "más calificación técnica y menos sectarismo" que el ejecutivo del inhabilitado Torra. "Creo que esta legislatura es diferente a la anterior. Quiero pensar que a la que puedan nos ayudarán a mí y al exconseller Lluís Puig", ha añadido.
"Puigdemont sabe todo el que hicimos para defender el patrimonio. Fue increíble la dejadez de funciones de Quim Torra para gestionar este tema", ha afirmado sobre el delito de desobediencia y de usurpación de atribuciones judiciales y la fianza de 216.000 euros a la cual tuvo que hacer frente por negarse a devolver las obras de Sixena.
Ahora hace un mes, la inhabilitación que pesaba sobre Villa por la sentencia del Tribunal Supremo acabó , igual que las de los exconsellers Carles Mundó y Meritxell Borràs. Vila pasó sólo una noche en la prisión, ya que después de prestar declaración como investigado pudo eludir la prisión pagando una fianza de 50.000 euros, por lo cual el Supremo rebajó su multa a 48.400 euros.