La consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha avisado al Gobierno que se juega la continuidad de la legislatura con la reforma del delito de sedición. Vilagrà, en declaraciones a ElNacional.cat, ha asegurado que es una condición muy importante que se reforme la sedición para el ejecutivo español, ya que sino pueden boicotear la legislatura: "Es una cuestión de voluntad política, se juegan la continuidad de la legislatura". Además, la consellera ha argumentado que jugar "a hacer de Partido Popular" no es una buena jugada para el Partido Socialista porque "la derecha los adelanta por todos lados". Las palabras de Vilagrà son una contestación a la entrevista que ayer concedió el presidente del PSC, Miquel Iceta, donde este afirmó que es muy difícil llegar a un acuerdo para reformar el delito de sedición. La consellera Vilagrà ha sido contundente respondiendo y ha criticado: "Acordar cualquier cosa con el Iceta del 2022 siempre es difícil, ha olvidado los principios que tenía en el 2007, cuando defendía la autodeterminación".
Si bien ERC se había vanagloriado de que el acuerdo con el Gobierno implicaría la aplicación de su agenda "anti-represiva" para dejar atrás la judicialización del procés de independencia, y que el Estado reformaría el delito de sedición para poder hacer volver a los exiliados como el presidente Carles Puigdemont y Marta Rovira, en los últimos días varias voces del Gobierno ya han hecho públicos sus dudas sobre esta posibilidad, o han dado largas sobre cuando se haría. De hecho, no sólo ha sido Iceta quien ha visto con escepticismo reformar el delito de sedición. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha afirmado que no ve con malos ojos la enmienda, pero sin tener en cuenta ningún caso concreto, como el del presidente Carles Puigdemont. La también magistrada en excedencia ha afirmado en una entrevista en Europa Press que "nunca se tiene que tener miedo a reformar el Código Penal porque es una respuesta a las exigencias de la realidad social", pero ha querido matizar que esta reflexión se tiene que hacer "con carácter general" y que, en todo caso, hay que evitar hacer la reforma "por un caso concreto". Lo ha dicho en referencia al hecho de que este cambio abriera la puerta al retorno de Puigdemont y de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y el resto de exiliados.
Pues no ha pasado ni un mes de la mesa de diálogo, donde se acordó la desjudicialización y muchas voces socialistas se han encogido a una reforma del delito de sedición. Tanto es así que el presidente español, Pedro Sánchez, ha afirmado que hoy por hoy no hay mayoría para hacerlo. Sin embargo, ha insistido en que él, personalmente, está a favor, porque lo considera "necesario y oportuno", pero "hay unas Cortes y unas mayorías parlamentarias". En este sentido, ha indicado que si hay la mayoría necesaria "el gobierno de España planteará esta reforma, como no puede ser de otra manera".