El excomisario jubilado de la Policía Nacional José Manuel Villarejo ha declarado ante la Audiencia Nacional que los atentados del 17 de agosto de 2017  en Barcelona y Cambrils fueron fruto de un "error de cálculo" del CNI, el servicio de inteligencia español: "El CNI calculó mal las consecuencias de dar un pequeño susto a Catalunya". Una definición para unos actos terroristas que costaron la muerte de 16 personas y 140 heridos.

 

Silenciado hasta ahora

Las declaraciones las tenemos que contextualizar en el juicio por el caso Tándem y, de esta manera, Villarejo señala directamente a Félix Sanz Roldán, quien fue el comandante del Centro Nacional de Inteligencia español el año 2017. Si situamos el contexto de los atentados, era el verano previo a la celebración del referéndum del 1 de octubre y en pleno auge de la sociedad civil hacia el procés de independencia de Catalunya.

Precisamente el presidente del tribunal que juzgó los atentados del 17-A, Alfonso Guevara, dictaminó que el excomisario Villarejo no tuviera ningún tipo de posibilidad de declarar en este juicio, tal como reclamaban algunas de las partes. Hoy, Villarejo se ha podido "sacar la espinita". Así pues, en su declaración relaciona directamente al imán de Ripoll, a quien acusa de trabajar en connivencia con el CNI, y que este habría consentido que el imán "hiciera el que encontrara oportuno". 

Primeras reacciones

Jaume Alonso Cuevillas, abogado de Javier Martínez, padre del niño de Rubí de tres años asesinado durante los atentados terroristas del 17 de agosto, y también otros familiares de las víctimas, ha sido de los primeros en reaccionar a las declaraciones de Villarejo. "Desde el primer día pedimos que se investigaran las (evidentes) conexiones entre el CNI y el imán. Negativa rotunda siempre. ¿Por qué?", ha escrito a través de Twitter. Por otra parte, enlaza con la web que ya abrieron entonces para reclamar una investigación y la explicación exacta de los hechos, a través del portal "Queremos saber la verdad".

Los precedentes

El excomisario ya había dado algunas pistas de lo que acabaría diciendo hoy en la Audiencia Nacional. Ahora hace un año, ya detalló cómo intentó infiltrar una fuente marroquí, que avisaba del riesgo de un atentado a Barcelona.

No obstante, aseguró que el CNI lo rechazó porque decía que la fuente no era fiable. "Desgraciadamente, así acabó pasando en la Rambla", ha señalado Villarejo. También denunció cómo el CNI puso en peligro sus fuentes filtrando una fotografía suya en Melilla en una operación secreta antiterrorista. Los hechos tuvieron lugar dos años antes de los atentados de Barcelona y Cambrils.

El detalle de sus declaraciones también apuntaba que "una fuente muy importante advirtió del riesgo del atentado que tendría lugar, como pasó lamentablemente después en la Rambla." En este sentido, el excomisario ha puesto de manifiesto que "el CNI dijo que no era fiable porque antes había trabajado para ellos pero en realidad era un espía marroquí". Fue el 2015 cuando intentó infiltrar esta fuente sin éxito. Hoy, ha acusado directamente al servicio de inteligencia español.