La compañía eléctrica Iberdrola quiso contrarrestar los protestas por la construcción de una central térmica en Arcos de la Frontera (Cádiz) contratando los servicios del polémico comisario Villarejo, al cual fichó, según informan hoy los medios Moncloa.com y El Confidencial, para que rastreara llamadas, se infiltrara entre grupos ecologistas contrarios a la central, hiciera labores de espionaje entre políticos locales y, especialmente, investigara en profundidad, incluida la vida privada, del juez que bloqueaba la construcción de la instalación.
Todo el operativo, llamado Proyecto Arrow, fue un encargo de Iberdrola a Villarejo que tuvo lugar durante el año 2004 con un objetivo, el de allanar el camino a la puesta en funcionamiento de una central térmica que la compañía eléctrica española compró a la quebrada compañía norteamericana Enron.
En aquel momento, la plataforma ecologista y vecinal No a las Térmicas, aparentemente con apoyo de la Junta de Andalucía y el PSOE andaluz ejerció una enorme presión para paralizar las obras, a lo que se sumó la actitud de bloqueo del juez de Jerez de la Frontera que tenía que decidir sobre los recursos interpuestos contra la instalación de la central térmica.
Los dos medios publican vídeos y documentos que probarían la autenticidad de las acusaciones. En cuanto a los vídeos, se trata de conversaciones entre Villarejo y el jefe de seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, en las cuales se muestran los avances en la investigación encargada a Villarejo, entre los cuales como se infiltraban en las protestas y como se investigaba al juez:
Según los medios citados, Iberdrola ha declinado realizar comentarios sobre estas informaciones.