El excomisario del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) José Manuel Villarejo tiene su propio punto de vista sobre sus actuaciones al margen de la ley y sus implicaciones en maniobras teledirigidas desde el Estado como la Operación Catalunya, que inventaba pruebas contra el independentismo, o la Operación Kitchen, donde el gobierno español controlado por el PP espió a Luis Bárcenas para proteger a cargos de la misma formación política.
En una entrevista publicada hoy por el diario El País, la primera que ofrece desde la prisión de Estremera, donde lleva recluido tres años, este antiguo miembro del CNP da su versión sobre algunos hechos y sobre sus motivaciones, empezando por un inflamado fervor patriótico a la hora de rechazar que haya protagonizado acciones al margen de la ley si no que ha actuado por “un bien superior”, algo que ejemplariza con la siguiente argumentación: “Si usted me dice que es una ilegalidad pagar a terroristas para liberar a periodistas que están secuestrados, es al margen de la ley, efectivamente. Pero yo entiendo que es un bien superior y por lo tanto yo eso creo que es lo correcto”, para añadir que “con la madre y con la patria, con razón o sin ella, hay que estar al lado. Y si hay que hacer algo por el bien superior, pues yo he hecho muchas cosas, y no me arrepiento. Y las volvería a hacer”.
Villarejo, que se autodenomina “solucionador de problemas”, indica que “las cloacas suelen ser elementos para sacar fuera las mierdas que generan otros” y por ello asegura que “las cloacas en sí no generan mierda”, defendiendo así sus operaciones encubiertas.
Operación Catalunya
En cuanto a la Operación Catalunya, dedicada a la creación de pruebas falsas contra líderes del independentismo, Villarejo opina que se trató de un operativo para “desmontar el movimiento independentista que había montado el clan Pujol para zafarse de sus problemas” y se pone la medalla de haber conseguido que “la gente que no se había atrevido a denunciar a los Pujol lo hiciera”.
Además, el excomisario apunta que la operación se hizo a partir de “instrucciones políticas para eso, del ministro”, en tiempos en que el titular de la cartera era Jorge Fernández Díaz, y añade que tuvo “dudas” cuando la información revelada se usó políticamente en lugar de ser llevada a la justicia, hasta el punto de revelar una reunión entre el ministro y el “Pujol viejo para negociar con él”.