Siguen llegando nuevas informaciones sobre la operación Catalunya. Los objetivos principales de la policía patriótica al inicio del operativo eran la familia del president Jordi Pujol y el president Artur Mas. Así lo demuestra un nuevo audio del excomisario José Manuel Villarejo con dos de sus investigadores de confianza en Catalunya, el exinspector de la Policía Nacional, Antonio Giménez Raso, alias Tony o Melli, y el exdetective de Método 3, Antonio Tamarit, alias El Mago, registrada el 3 de septiembre de 2014, solo dos meses antes de la consulta del 9-N. Según revela El Món este miércoles, la nueva conversación está incluida en el sumario del caso Tándem, en el cual se investiga las actividades privadas del comisario Villarejo. En esta reunión los tres implicados idean una estrategia para buscar información que los pudiera perjudicar.
Villarejo advierte que sería interesante encontrar a gente que colabore, pero el premio gordo es para quien aporte información de Pujol y Artur Mas. El excomisario asegura que los Pujol "son como las serpientes y hay que picarles en la cabeza". El mismo Villarejo reconoce que está recibiendo órdenes del Gobierno para hundir a Jordi Pujol y Artur Mas.
El objetivo: hacer caer a los Pujol y Artur Mas, el resto son peones
La operación policial que primero fue bautizada como 'Operación Pujol', después 'Operación Barna' y finalmente 'Operación Catalunya', tenía como un objetivo hundir a los dos presidentes. En este encuentro, Giménez Raso y Tamarit, ponen nombres sobre la mesa, pero Villarejo insiste en que el objetivo son "los Pujol y Artur Mas". En este sentido, el excomisario reconoce que "el resto son socios importantes, pero son peones, y a los peones se les sacrifica". Villarejo destapa que las intenciones del Gobierno son claras "desmontarles el quiosco y a tomar por el culo". De los audios se desprende que este plan ya está en marcha y no solo "en manos de Marcelino" en referencia a Marcelino Martín Blas, jefe de la Unidad de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía, sino también "de personas de otro nivel". En este punto, pone el ejemplo de "Puig", en referencia a uno de los hermanos del del entonces conseller d'Interior, Felip Puig, y afirma que si estos o cualquier otro se los dan datos relevantes, "se los condona lo que sea".
En esta reunión, los tres protagonistas critican la actuación de algunos políticos y policías que están al frente de la operación Catalunya porque según Villarejo "hay que saber matar". En este sentido, lamentan que "dan por fastidiados a los Pujol, y están muy equivocados". En este punto de la conversación, Tamarit explica los problemas con los cuales se está encontrando el Gobierno para conseguir los datos bancarios de los Pujol en Andorra. Villarejo reconoce los méritos en Giménez Raso por sus gestiones para conseguir información porque si no "no se comieran una puta mierda". Giménez Raso buscó información en Andorra sobre la situación financiera de varios dirigentes catalanes, como los Pujol, Artur Mas, Xavier Trias y Oriol Junqueras.
La bruja Adelina
A los audios registrados por Villarejo publicados por El Món, Villarejo y sus socios hablan de una "bruja" contratada por Jordi Pujol, que se encargaba de ponerle huevos en la espalda "para sacarle la energía negativa". Según detalla Villarejo esta surrealista relación laboral le explicó el empresario Javier de la Rosa, uno de sus primeros informadores. De la Rosa narraba que Pujol "hacía bajar de Andorra a una bruja denominada Adelina, que tenía una cruz en la cabeza", que se encargaba de pasar por la espalda de la gente unos huevos "que se volvían negros". Incluso, el empresario aseguró que él mismo se encargaba de comprar los huevos porque el presidente no se fiaba de la bruja. Villarejo se tomó la anécdota como divertida, sin embargo, en cambio, por De la Rosa podría ser "letal" si se enterara la sociedad catalana.