No ha salido del guion. El excomisario José Manuel Villarejo ha responsabilizado al CNI de las múltiples grabaciones que se le confiscaron cuando fue detenido en 2017, ya que ha asegurado que consiguió un "pacto" mediante el cual se "monitorizaba" su vida desde principios del año 2000. De esta manera, se ha sacudido las culpas y ha negado estar detrás de las grabaciones.
Villarejo ha comparecido este lunes enfrente del tribunal de la Audiencia Nacional para responder las preguntas de la fiscalía, que pide para él más de cien años de prisión en el juicio. El excomisario ha seguido en su línea, defendiendo la labor que ejerció como "agente de inteligencia" al servicio del Estado durante años. Unos años en los cuales sostiene que le encargaron "cuestiones muy delicadas" que le impedían darse a conocer con "luz y taquígrafos".
El pacto con el CNI
En este contexto, ha explicado cómo en el año 1995, cuando se reincorporó como comisario después de una excedencia, alcanzó un "pacto" para "volver a estar en activo aportando las sociedades para el uso de cobertura de los trabajos de agente de inteligencia". Este pacto tenía una única condición: no tenía que percibir dinero más allá de su nómina, según el mismo Villarejo. Asimismo, ha asegurado que nunca recibió fondos reservados y que la facturación de las empresas iba destinada a "reinvertir en la estructura de la empresa al servicio del Estado".
También ha señalado otro pacto al cual llegó con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para que se "monitorizara" su vida. Según la versión del excomisario, es algo similar a lo que pasó con Bárbara Rey, a quien el CNI le dio copia de las grabaciones con la condición que no sacara nada. Es así como se ha desvinculado de las múltiples grabaciones que se le confiscaron después de su detención el año 2017 y que han salpicado numerosos personajes públicos. De hecho, Villarejo también ha indicado que el CNI también le dio copia de esta supuesta monitorización, pero resultó una "técnica ficticia" porque "nunca" pensó que sus actuaciones como "agente de inteligencia" iban a ser conocidas "por todos".
Contra Fernández Díaz
El excomisario también ha negado que pidiera ningún informe de contabilidad el año 2015 para que quedara formalmente acreditada esta actividad empresarial porque estaba convencido "que estaba trabajando para nuestro país" y "pedir explicaciones al presidente de turno" le parecía una "incoherencia". Ha remarcado que el informe lo pidió el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, a la vez que ha afirmado que se reunió con el exdirector de la Policía Ignació Cosidó y el exdirector adjunto operativo Eugenio Pino, a los cuales explicó "todas las cuestiones". "Colaboré absolutamente", ha dicho.
En conclusión, Villarejo ha asegurado que todas las acusaciones en contra suya son un "montaje" del CNI y de Asuntos Internos. "Lo que no sé es como no han encontrado cocaína en mi casa", ha ironizado.