El tercer teniente alcalde de Tarragona, Javier Villamayor, es el máximo responsable político de los Juegos Mediterráneos. Desde su condición de consejero comisionado de Tarragona 2018, ha sido este dirigente socialista quien ha llevado las riendas de la cita deportiva, la mano derecha del alcalde Josep Fèlix Ballesteros. Ante la polémica por las entradas de la ceremonia de inauguración, una exhibición del españolismo, emerge con fuerza su estrecha relación con la entidad unionista Societat Civil Catalana. La organización ha sido acusada de formar parte de un reparto masivo de asientos en el acto donde se gritaron vivas al rey Felipe VI y se silbó al presidente Quim Torra.

Sin ir más lejos, el concejal socialista de Tarragona es sobrino de Salvador Caamaño, exmiembro del PSUC. Desde el pasado mes de febrero, Caamaño es el presidente de SCC en la demarcación de Tarragona. El tío también es funcionario del Ayuntamiento de Tarragona, donde algunas personas lo sitúan como su secretario personal, prácticamente su mano derecha. Justamente el Consistorio tarraconense dispuso de entradas para aquel día que cedió a sus trabajadores.

Salvador Caamaño también fue el fundador en Tarragona de Foro Babel, considerado el embrión de Ciudadanos. Nacido en 1996, el Foro Babel fue un grupo de intelectuales a favor del uso del castellano en Catalunya en contra de una supuesta discriminación de esta lengua. Entre los firmantes de aquel manifiesto fundacional había habituales de SCC y Ciudadanos, cono el catedrático Francesc de Carreras, el escritor Félix de Azúa o el actor y dramaturgo Albert Boadella, hoy "presidente en el exilio" de la Plataforma por Tabarnia.

Pero, aparte de su tío, Villamayor también ha estado cerca de Societat Civil Catalana. El teniente de alcalde se ha puesto al frente de manifestaciones españolistas convocadas por la entidad unionista, a la que ha dado apoyo desde su nacimiento. Lo hizo al día siguiente de la declaración de independencia, el 28 de octubre en la plaza de la Font de Tarragona, entre gritos de "Puigdemont a prisión". En aquella concentración también había miembros del partido neofascista y xenófobo Democracia Nacional.

En una comparecencia este miércoles en el Anillo Mediterráneo, Villamayor se desentendió de la polémica de las entradas distribuidas por Societat Civil Catalana, y se remitió al desmentido realizado por la misma entidad. A pesar de la petición de El Nacional para obtener más explicaciones sobre sus vínculos con SCC, el comisionado de Tarragona 2018 no ha querido conceder ninguna entrevista.

Entradas reservadas un mes antes

Según publicó la web local Porta Enrere, varias entidades españolistas, como el partido ultra de VOX, Societat Civil Catalana o Plataforma por Tabarnia, tenían entradas reservadas incluso antes de que salieran en venta. Según ese medio, se adquirieron un número indeterminado de entradas, que se distribuyeron a través del Centro Aragonés de Tarragona. En el reportaje, el vicesecretario de comunicación de VOX en Tarragona, Jordi Ferré, señala que reservaron asientos como partido y que incluso trajeron a gente en autobús desde Barcelona y desde varios puntos del Estado español.

El Centro Aragonés cedía habitualmente un espacio de su sede a entidades unionistas como Societat Civil Catalana, a quien ha responsabilizado directamente de la distribución masiva de las entradas para la ceremonia en su recinto. En un mensaje en su cuenta de Twitter (que 24 horas después borró), se desvinculaban completamente.

Esta facilidad de determinados grupos para conseguir entradas contrasta con el "veto" que han recibido organismos como la secretaría general del Deporte de la Generalitat, a quienes comunicaron que no quedaban, a pesar de las imágenes de gradas vacías del Nou Estadi.

Tampoco las recibieron la Unión de Federaciones Deportivas de Catalunya (UFEC), que representa a 69 federaciones deportivas, 12.500 entidades y clubs y 700.000 licencias. Aunque su presidente, Gerard Esteva, envió una carta al alcalde y presidente del comité organizador, Josep Fèlix Ballesteros –que como ha podido saber El Nacional recibió la misiva–, no recibió respuesta. Tampoco invitaciones.