Junts per Catalunya y el PDeCAT se han visto hoy las caras en los juzgados. La demanda del PDeCAT por el uso del nombre y del partido que lidera Carles Puigdemont y que registró la formación que preside David Bonvehí ha tenido hoy el primer asalto judicial con la vista preliminar que se ha celebrado en la Ciutat de la Justícia.
Los abogados de Junts per Catalunya han acusado al Partit Demòcrata de querer vulnerar el derecho a la participación política. Con la demanda, "Junts queda totalmente bloqueado", ha dicho el abogado refiriéndose directamente a las elecciones que se tienen que celebrar próximamente. "Junts per Catalunya tiene la intención de presentarse a las próximas elecciones", ha dicho el letrado remarcando que la formación liderada por Carles Puigdemont tiene 4.000 afiliados.
El PDeCAT "persigue sin ambages la paralización de un partido político que ocupa el mismo espacio electoral", han enfatizado los abogados. En la vista preliminar, que el juzgado de primera instancia 3 de Barcelona tiene que resolver, se han presentado las medidas cautelares que ha pedido el Partit Demòcrata, en las que reclama la suspensión de los acuerdos que se concretaron en una de las asambleas de JxCat que provocaría la nulidad del partido, y, de rebote, poder utilizar el nombre en unos nuevos comicios.
Para detener el bloqueo, JxCat alega un defecto procesal de forma a la hora de presentar la demanda, la falta de legitimación del demandante y la vulneración de la apariencia de buen derecho. "Piden que se suspenda la vida de un partido político a cambio de 1.000€", ha dicho la defensa. El abogado Agustí Cases ha insistido en que "aquí chirría alguna cosa: un partido político metiéndose en la vida de otro partido político".
Los abogados de JxCat han pedido a la jueza que "proteja el derecho fundamental de participación" y han reclamado la presentación de un recurso de reposición que la jueza ha denegado.
El PDeCAT se blinda
La abogada del PDeCAT, Eulàlia Bartomé, ha rebatido todos los argumentos.
Sobre los defectos de forma, ha explicado que es el consejo ejecutivo quien tiene que presentar la demanda y no el consejo nacional, como reclama JxCat, que es, según los estatutos, quien tiene las competencias.
La letrada también ha acusado a Junts per Catalunya de querer apoderarse del capital político del PDeCAT. En este sentido ha aportado como prueba un vídeo con declaraciones donde representantes de JxCat hablan de los diferentes cargos electos que hay en el territorio como sedes, cuando, según la abogada, se habían presentado a las elecciones bajo otras siglas.
La jueza, sin embargo, ha desestimado el vídeo como prueba.
La declaración de Carles Valls
Quien fuera el primer presidente de JxCat, Carles Valls, ha declarado hoy en esta vista preliminar en la que están en juego los derechos electorales de la formación liderada por Carles Puigdemont.
La clave está en una asamblea del 27 de junio de este año. La reunión supone la asamblea fundacional en la que se escoge una ejecutiva. El PDeCAT asegura que no se llegó a celebrar nunca. JxCat dice que sí.
Carles Valls ha declarado y ha explicado que no asistió a la asamblea, que le llamó Joaquim Jubert —abogado y miembro de la dirección de La Crida— y lo propuso como presidente de Junts per Catalunya, aceptó y firmó el acta de la reunión. A preguntas de la abogada del PDeCAT, Valls ha admitido que nunca asistió a ninguna asamblea: "¿Se lo dice por teléfono y usted dice vale?" "Sí, sí".
La idea era reactivar el partido, hacer militantes y se modifican los estatutos para que las reuniones puedan ser telemáticas. Valls admite que todo lo que decidía era propuesta de Jubert y ha acabado su declaración diciendo que es un hombre honesto.
Los abogados de JxCat quieren demostrar que todo se hizo de manera legal, mientras que el PDeCAT defiende que la formación estaba registrada por el Partit Demòcrata y se había presentado en coalición con el PDeCAT y Convergència y que el 27 de junio, un día antes de que acabara el plazo para la renovación de la ejecutiva, miembros de JxCat renovaron la dirección ejecutiva nacional sin hacer ninguna asamblea ni seguir lo que está estipulado en los estatutos.
La declaración de Montserrat Morente
También ha declarado la que fue secretaria de la ejecutiva Montserrat Morente, que admite que fue una asamblea telefónica y que se pusieron de acuerdo por "Whastapp". También explica que en el acta no se refleja la renuncia de los anteriores cargos.
Morente ha explicado que la voluntad era que JxCat "fuera un partido real, no sólo un registro del ministerio". La exsecretaria ha reivindicado el capital humano de JxCat como capital político de la formación y ha recordado que el PDeCAT nunca se presentó a ninguna convocatoria electoral.
La exsecretaria recuerda una videollamada, pero no ha podido concretar la fecha ni las decisiones que se tomaron.
"Soy pasivo durante dos años"
Pol Xart, que fue secretario de la ejecutiva, ha declarado como testigo explicando que no renunció nunca al cargo, que no participó nunca en ninguna asamblea y que estuvo "pasivo durante dos años en el partido".
Anna Maria Soriano, que también formaba parte de la primera ejecutiva como tesorera, también ha corroborado que nadie le notificó nunca su cese ni renuncia. Soriano ha explicado que nunca participó en la vida activa del partido ni de ninguna de las decisiones que se tomaron.